A la
hora de escoger un perro, pensamos en primer lugar en elegir un adorable cachorrito. Pero también podemos
plantearnos tener un perro adulto. Las dos opciones tienen sus pros y sus
contras. Hay que valorarlas y ver cuál es mejor para nosotros. Ante todo
debemos tener presente nuestras circunstancias particulares.En
este artículo vamos a destacar las ventajas de elegir un perro adulto:1- Conocemos su carácter2- Conocemos su tamaño y demás características físicas
(vocalización, características del pelo…)3- Es más tranquilo que un cachorro4- No tendrá los comportamientos del cachorro (evacuación en
cualquier lugar, destrozos, juego con la boca…)5- No demandará atención constantemente6- Ya habrá pasado las enfermedades de la infancia y los
problemas de la adolescencia7- Tiene más concentración y puede tener ya asumidas algunas
reglas de la convivencia con los humanos.8- Si estaba abandonado,
el entrar a formar parte de una manada le unirá con un vínculo muy especial a
sus dueños9- El precio, ya que salvo que el cachorro nos llegue como
regalo, su compra -según qué raza- puede suponer un importante desembolso. Si
es adulto normalmente vendrá como regalo o rescatado de una protectora, con un
precio testimonial.En
el caso de optar por un perro adulto o recién salido de la adolescencia, es
conveniente antes de decidirse, recoger toda la información que podamos de sus
antiguos dueños o de la protectora correspondiente.Ahora
bien, también es cierto que ¿quién puede resistirse ante esas adorables bolitas
de pelo que nos siguen a todas partes? Hay
pros y contras en ambas opciones. Toca elegir. Pero con cabeza y
responsabilidad.