Son muy sencillos de preparar, eso si, hay que respetar el tiempo de levado, para que queden tiernos y esponjosos. Que las prisas en la cocina nunca son buenas consejeras, os lo aseguro.
300 gr de harina200 ml de leche templada25 gr de mantequilla25 gr de azúcar1 huevo12 gr de levadura fresca
1. - Ponemos en un bol la harina junto con la leche templada, y el resto de ingredientes excepto la levadura y mezclamos con una cuchara, para no "pringarnos" mucho las manos.
2. - Añadimos la levadura desmenuzada y continuamos mezclando y cuando veamos que ya se puede amasar, pasamos la masa a la encimera y amasamos bien, hasta que quede fina.
3. - Colocamos hecha una bola en el bol, la tapamos con un paño y dejamos reposar 30 minutos, hasta que doble su volumen.
4. - Pasado ese tiempo, amasamos un poco de nuevo, y hacemos porciones de unos 50 gramos. como una cucharada.
5. - Le damos forma alargada y, si queremos, le damos unos cortes, aunque no es necesario. Y dejamos reposar de nuevo una hora.
6. - Precalentamos el horno a 220º y, mientras se calienta, batimos un huevo y los pincelamos.
7. - Y cuando el horno esté bien caliente, metemos y horneamos 10 minutos, sacamos y volvemos a pintar con huevo.
8. - Y volvemos a meter 5 o 10 minutos más, dependerá de cada horno.
Y sólo queda dejar enfriar.....
Y a disfrutarlos!!!!!!!