Las actuales generaciones de motores intentan reducir las emisiones contaminantes de varias maneras. Para conseguir esto, junto a otros sistemas, se regula el consumo eléctrico del sistema de baja de presión de combustible. El montaje convencional de baja presión consta de una
bomba de combustible que trabaja constantemente dando el máximo rendimiento alimentada eléctricamente desde un relé que a su vez es activado por una unidad de control electrónico.
Para reducir el consumo del sistema de baja presión se modifica la manera de alimentar eléctricamente a la bomba de combustible utilizando otro sistema de activación. Este sistema consta de la unidad de control de motor, la unidad de control de la bomba de combustible, ocasionalmente de un sensor de presión de combustible y una bomba de combustible.
Las primeras versiones de estos sistemas utilizan una bomba de combustible convencional, la cual es alimentada desde la unidad de control de la bomba aplicándoles una conexión a masa constante y una activación por el cable positivo variable. Esta variación se consigue alimentando a la bomba por impulsos de 12 voltios PWM. De esta manera la bomba funciona como si estuviera alimentada por una tensión efectiva variable reduciendo el consumo eléctrico de la bomba de combustible casi al 50%.
De esta manera se consigue un sistema de baja presión con menos consumo eléctrico y a la vez que pueda variar el caudal de combustible que suministra adaptándose a las demandas de combustible según las necesidades del funcionamiento del motor. En la segunda versión del sistema la interconexión de los componentes del sistema de baja presión es similar en los dos casos.
Las principales diferencias son la bomba de combustible trifásica y la unidad de control de bomba que en este caso ha de ser capaz de alimentar a tres fases en lugar de a una solamente.
Este tipo de bombas están formadas por tres bobinas que forman el estator, o bomba trifásica, y un rotor de imanes permanentes. Carece de escobillas de manera que se minimiza la fricción entre piezas reduciendo así la resistencia mecánica de la bomba.
La unidad de control de bomba recibe, de la unidad de control de motor, la señal "presión nominal de combustible" o presión teórica, y la compara con la señal que recibe del sensor de presión, o presión real, para activar correspondientemente las tres fases del motor y conseguir el valor de presión de alimentación prescrito en todo momento con el menor consumo eléctrico posible.
La alimentación de cada bobina se realiza en corriente continua modulada a muy alta frecuencia para evitar el recalentamiento y reducir el consumo eléctrico.
Con este tipo de bomba se consigue reducir el consumo eléctrico del sistema hasta en un 70% de manera que el alternador debe de asumir menos trabajo reduciendo el par de arrastre de este sobre el motor que necesitará menos combustible para funcionar y por lo tanto se reducirán las emisiones contaminantes. Solamente con este sistema no se consigue un resultado espectacular en cuanto a la reducción de las emisiones pero si con la combinación de éste con otros sistemas la provocarán una reducción de emisiones de cierta importancia.