Éste es el caso de los bachacos u hormigas culonas. Se consideran un manjar afrodisíaco y se encuentran en el Amazonas. Las únicas aptas para el consumo son las reinas y de éstas sólo se utiliza el cuerpo.Un par de ejemplos del uso de estos insectos, mezclados en chocolate, son los bombones de bachaco limonero y los de picante de Katara. Por un lado, en el bombón de bachaco limonero se aprecia el crujiente de los cuerpos triturados, de tal forma que se presentan en la boca como si fueran semillas, además de perderse su sabor por la intensidad de la crema de cacao.Por su parte, los bombones de picante de Katara están hechos a base de hormigas culonas machacadas, se diferencia en el olfato un intenso olor a cacao y, con la vista, una superficie marrón con vetas de color frambuesa. En la boca proporciona un intenso picante que vela temporalmente el sabor a chocolate que se aprecia con el tiempo al seguir saboreando la crema de su interior.
En ambos casos, la ausencia de evidencias visuales hace que, de no saber su contenido, se pueda disfrutar de estos dulces como se hace con cualquier otro de cacao. Pero siempre es bueno saber los componentes de aquello que comemos para disfrutarlos en su conjunto, dejando de lado las pautas culturales.