Bombones ferreros caseros

Por Juanbellas

Es una receta que podéis preparar en cualquier época del año, ya que, no sé si os tenéis dado de cuenta pero, por ejemplo, en verano no suele haber este tipo de bombones a la venta en las tiendas. Supongo que será por una cuestión de temperaturas, ya que es un bombón que sufre bastante, ya en su preparación, cuando la temperatura va subiendo: se empieza a poner todo blando.

Es por eso que ya os aventuro de que esta receta es de esas que os ponéis hasta las cejas, en este caso de Nutella/Nocilla o crema de cacao con avellanas casera (la que más os guste), al igual que, por ejemplo, acabamos de harina hasta el fin y más allá al preparar pan.

Y no os digo nada si tenéis que andar sacando fotos del paso a paso cuando tenéis las manos llenas hasta los topes de Nutella….buff!

En fin, que si no te gusta la cocina harás bien en ir a comprarlos directamente a la tienda, pero si eres de los que vives  en tu cocina cada momento mientras preparas cualquier receta, vas a disfrutar como un enano

Bien…..vamos allá.

Bombones ferreros caseros

Tipo de receta: Repostería

Tiempo empleado: 1h 30 min.

Porciones: 35

INGREDIENTES:

  • 480 gr. de galletas de barquillo rellenas de chocolate
  • 500 gr. de Nutella/Nocilla
  • Avellanas
  • 450 gr. de chocolate con leche y avellanas

PASOS:

  1. Troceamos en un bol las galletas de barquillo, no muy finamente.
  2. Mezclamos con ellas 400 gr. de Nutella/Nocilla.
  3. No nos debe quedar muy flojo, más bien seco.
  4. En último caso podemos agregar alguna galleta más
  5. Lo trabajamos rápido, para que no se caliente, hasta que veamos que se separa de las paredes del bol.
  6. Colocamos la mezcla entre dos hojas de papel de hornear.
  7. La extendemos con el rodillo hasta dejarla en no más de medio cm. de grosor, más o menos.
  8. La colocamos sobre una bandeja y la llevamos a la nevera, a que se endurezca, por una hora.
  9. Una vez pasado ese tiempo, con un molde, en mi caso de unos 6 cm. de diámetro, vamos sacando porciones.
  10. Cogemos una avellana y una parte pequeña de Nutella, del tamaño de la avellana, y la colocamos en el centro de la porción que acabamos de cortar.
  11. Le damos forma de bola y la vamos colocando en una bandeja.
  12. Hacemos lo mismo con toda la masa que teníamos fría en la nevera.
  13. Debemos trabajar con rapidez, para que no se caliente en exceso.
  14. Volvemos a llevar la bandeja a la nevera por otra hora para que se endurecan las bolitas.
  15. Temperamos el chocolate al baño maría, primero derritiendo la mitad, lo sacamos del fuego y luego añadimos el resto.
  16. Volvemos a darle un poco de calor hasta que veamos que está no muy espeso.
  17. Vamos introduciendo cada bolita, escurriéndolas bien.
  18. Las apartamos a una bandeja y las dejamos secar.
  19. Si tenemos mucha prisa también podemos darle algo de frío, en la nevera.
  20. Las presentamos, bien envueltas en papel de aluminio, lo cual hará que se conserven más tiemo endurecidas, bien en moldes de minimadalenas para comer más al momento.
  21. Buen provecho, internautas

Partimos de galletas de barquillo rellenas de chocolate. En función de la marca, traerán más chocolate o menos. Yo suelo coger de la marca blanca de Alcampo. Si os trae más chocolate habría que usar menos cantidad de Nutella/Nocilla más tarde.

Las vamos a trocear, aunque tampoco es necesario dejarlas muy finas, ya que luego se aplastarán más al mezclarlas con la Nutella/Nocilla

Añadimos 400 g. de Nutella en mi caso.

Lo vamos mezclando bien. Este es el momento en el que andar preparando esta receta y sacar las fotos es un auténtico suplicio…..:-(

Nos debe quedar una masa no muy floja, más bien seca, que veamos que no se nos pega a las manos y que se separa de las paredes del bol. Hay que trabajar poco y rápido, ya que el calor de las manos ablandará la masa.

Preparamos una lámina de papel de hornear. La cortamos un poco mayor que a bandeja que alojará la masa preparada, para aprovechar bien el tamaño de la misma.

Colocamos encima la mezcla de galletas y Nutella de antes.

Sobre esa mezcla colocamos otra hoja de papel de hornear, del mismo tamaño.

Primero lo aplastamos un poco con las manos, dándole algo de forma de la hoja.

Luego, con ayuda del rodillo, ya vamos estirando la masa hasta lo que dé, dentro de los límites de las hojas de papel.

Ya vemos como va ocupando casi toda la hoja.

Y así nos queda finalmente. Debemos buscar que no sea ni demasiado gruesa, ni demasiado fina. No más de medio cm. de grosor. La llevaremos a la nevera por espacio de 1 hora, aproximadamente, hasta que se endurezca, para poderla trabajar mejor luego.

Pasada esa hora ya podemos empezar a trabajar nuestra masa endurecida, aunque no tanto como para no poder cortarla. Simplemente lo que buscamos con ese frío es poder trabajarla mejor, sin que se nos pegue tanto a las manos.

Vamos sacando porciones, en mi caso con un molde redondo de unos 6 cm. de diámetro.

Ya vemos el grosor que tiene.

Por cada “tapita” que saquemos de masa con el molde vamos a emplear una avellana.

Tomamos una porción de Nutella, un poco mayor que la avellana y las juntamos. Esta Nutella extra hará de “pegamento” con la masa que cortamos con el molde, ya que, al estar fría no se junta bien.

Colocamos la mezcla de Nutella y avellana en el centro de la tapita.

Lo juntamos todo y le damos forma de bola. Debemos andar rápidos, ya que el calor de las manos hará que se empiece a ablandar y se nos pegue con mucha facilidad a las mismas.

Los vamos trabajando y colocando en una bandeja. Así hasta completar toda la masa. La cantidad será un poco variable en función del grosor que le dimos a la hora de trabajarla con el rodillo, y de lo mucho que queramos aprovecharla. En mi caso salieron unos 35 bombones, sin aprovechar a tope la masa. Una vez completadas todas las bolitas llevamos la bandeja a la nevera por otra hora, para que se enfríen y sea más fácil luego bañarlas en chocolate caliente sin que pierdan la forma.

Vamos a temperar el chocolate en vez de bañar los bombones directamente en chocolate derretido. Esto es así para poder tocarlos sin que se nos queden pringosos los dedos. Podemos usar chocolate con leche normal y luego añadirle avellanas troceadas, o, directamente, chocolate ya con avellanas. Si no os queréis complicar demasiado la vida con la preparación, yo os recomiendo esta última opción, mucho más sencilla. Colocamos en un bol la mitad del chocolate que tengamos pensado usar, como voy a emplear 450 g. en total, primero echo la mitad, 225 g.

Lo vamos calentando hasta que ya se va derritiendo todo.

Cuando veamos que ya apenas quedan trozos por derretir, lo sacamos del fuego. No es necesario esperar a que se derrita del todo.

Ahí vamos a añadir el resto del chocolate, otros 225 gr.

Lo troceamos y se lo añadimos.

Lo mezclamos bien para que se vaya derritiendo con el calor que trae del fuego. Esto hará que baje la temperatura. Es una manera fácil y casera de temperar el chocolate, aunque para hacerlo “profesionalmente” habría que controlar mucho las temperaturas, variando según el tipo de chocolate que sea, pero de esta forma nos da un resultado bastante aproximado. Tras esto lo volvemos a poner al baño maría un poco para que tome una consistencia algo más líquida y suba un poco la temperatura, aunque no mucho.

En caso de que optásemos por emplear chocolate con leche sin avellanas, triturándolas aparte, tras este segundo paso del temple, las añadiríamos.

Ya vemos que nos queda con una consistencia entre líquida y espesa.

Empezamos a bañar las bolas de bombón que teníamos frías, y endurecidas, en la nevera.

Les damos unas vueltas y las sacamos. Hay utensilios especiales de repostería para escurrir el chocolate, pero yo compré muy barato un pincho usado para cortar carne asada al que lo doblé en ángulo y se escurre bastante bien el chocolate sobrante entre los pinchos.

Así, poco a poco, vamos pasado todas las bolas de bombones por el chocolate atemperado. Las vamos colocando en una bandeja, a que se escurran.

Para la presentación, podemos optar por envolver los bombones en porciones de papel de aluminio.

Esto hará que se conserven a temperatura adecuada por más tiempo. Es adecuado si no nos los vamos a comer al momento.

Vamos envolviendo bombón a bombón.

Y otra presentación podría ser en moldes de mini magdalenas, sobre todo si tenéis pensado comerlos al poco rato. Y esto era todo. Buen provecho, internautas


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