Mi madre, como todas las abuelas, suele “hiper-mimar” a su nieta. Con la excusa de que la niña está muy delgada, cada día le regala alguna “chuchería” para merendar o “picotear”.. (magdalenas, galletas, chocolate, etcétera) muy a pesar mío…. pero claro, quien le dice que no a una madre!! En fin, dejemos ese tema para otra ocasión. (Suerte que a mi hija no le tienta mucho el azúcasr y las provisiones “dulces” las va almacenando en la cocina).
Ayer por la tarde, la niña llego a casa con una cajita de bombones Lindt para Halloween (Por lo visto es la primera Edición Lindt Halloween). El packaging era muy bonito (monísimo para chicas), de color naranja o calabaza brillante, con las figuras de unos fantasmas y unas calabazas que más que miedo, daban ganas de comérselas…, pero su contenido era todavía mejor: BOMBONES LINDT …. con formas de fantasmas y calabazas de diferente tamaño. Como la cajita era pequeña, pocos fantasmas y calabazas llegarán “vivos” a la noche de Halloween. (Nos los habremos comido antes!!!)
Para ir haciendo sabor de boca, os cuento un poco más: las calabazas pequeñas son similares al Lindor de chocolate con leche (con su corazón blando, sabroso y suave). Las calabazas grandes (bueno, tampoco son tan grandes) están rellenas de almendra con cookies, y en cuanto a los fantasmas…. Están de miedo!!!!
No, ahora en serio, los fantasmas están elaborados siguiendo las recetas del bombón clásico de toda la vida…
Besos desde mi blog!!!