Hola, Graminoleños.
De nuevo con todos vosotros para rematar la faena y cerrar la narración de la carrera de ese magnífico grupo que son “Bon Jovi”. Hasta ahora hemos podido disfrutar de buena música en los dos anteriores capítulos dedicados a ellos y os garantizo más disfrute en el artículo de hoy. Así que sin más dilación comenzamos.
Habían pasado más de tres años desde la publicación de su último disco y consideraron que era el momento de volver y hacerlo a lo grande. De esta manera, en el año 1999 se encerraron en el estudio de grabación con el objetivo de elaborar las canciones que iban a conformar el nuevo disco.
El disco en un principio iba a llevar el título de “Sex Sells” e iba a ser su retorno al sonido de sus primeros tiempos, el retorno al hard-rock. Llevaban tiempo pensando en la posibilidad de recuperar a algunos de los fans que se habían ido quedando por el camino y pensaron que esa era la mejor manera. Sin embargo, su casa discográfica trastocaría totalmente sus planes.
Para empezar el título no les gustaría demasiado por lo que habría que cambiarlo, pero la principal exigencia sería la de que el sonido no fuera tan duro como les había quedado. Estaba bien mostrar más contundencia pero sin retornar totalmente a sus raíces, por lo que el grupo tuvo que volver al estudio de grabación y empezar prácticamente desde el principio.
Así las cosas, la publicación del nuevo disco se demoraría unos meses más, no siendo hasta el año 2000 cuando aparecería en el mercado “Crush”, el nuevo trabajo de Bon Jovi después de casi cuatro años sin publicar material nuevo.
El resultado final sería una especie de híbrido entre una música casi más cercana al pop en algunos de sus tema y un sonido más duro y potente que recordaba a los Bon Jovi de sus primeros años en otros. Lo cierto es que la mezcla de tendencias ofrecería un disco atrayente para los fans que volverían a comprarlo en masa.
Muchos habían dado por finalizada su andadura juntos. Pensaban que eran demasiado duros para convertirse en pop y que se habían dulcificado en exceso para regresar al hard-rock. Lo cierto es que demostrarían que eran demasiado buenos como para que épocas, sonidos o tendencias se los llevaran por delante.
No han nada mejor que empezar a lo grande cuando se publica un nuevo disco y ellos lo hicieron. El primer sencillo en aparecer se convertiría de inmediato en una de las canciones del año, con un sonido potente y recordando viejos tiempos llevándoles al número uno de las listas de éxitos después de muchos años. Con “It’s My Life” volvieron a poner las cosas en su sitio.
No sería éste el único tema del disco que mostraría una contundencia que se había perdido en los dos anteriores. De nuevo las guitarras sacaban lo mejor de sí y el bajo le daba el aire “hard” que tantos buenos momentos nos hicieron pasar y la voz de Jon sonaba de nuevo más alta, mas fuerte, más heavy.
Algunas canciones que iban dentro del proyecto “Sex Sells” fueron incluidas en el disco con unos arreglos más suaves, pero en general se dejarían llevar por esa especie de vuelta a sus raíces también en las nuevas composiciones realizadas en exclusiva para “Crush”, siendo la más evidente “One Wild Night”, un tema que podría haberse incluido perfectamente en cualquiera de sus primeros discos.
Como ya no daban puntada sin hilo, a estas alturas de su carrera sus tablas eran muchas, su reaparición vendría acompañada del correspondiente cambio de imagen. Y es que eran capaces de adecuar en cada momento su manera de vestir, su pelo o su manera de comportarse de acuerdo a la música que en cada instante hacían.
Si bien se nota mayor dureza en el sonido de manera general, el pop-rock de finales de los 90 también marca algunas composiciones. Esta tendencia ya se había evidenciado en su anterior disco y, sobre todo, en el segundo trabajo en solitario publicado por Jon.
Posiblemente el caso más elocuente de estas influencias sea “Say It Isn’t So”, otro de los temas destacados del disco.
Por supuesto que no podia faltar una balada entre los sencillos que se publicaron. Hacía bastante tiempo que sus temas más tranquilos y románticos causaban auténtico furor entre sus fans y se convertían en los temas preferidos del público en general.
En esta ocasión la balada elegida sería “Thank Your for Loving Me”, la canción más romántica de todo el disco.
Seguían enganchando éxito tras éxito y sus actuaciones en directo eran esperadas casi con ansias por sus fans que abarrotaban los grandes recintos en los que actuaban. Por este motivo, a principios del año 2001 publicarían un recopilatorio de sus temas en directo grabados en las distintas giras que habían realizado a lo largo de su carrera. Su título sería “One Wild Night Live 1985-2001”.
Curiosamente este disco no tuvo la aceptación que se esperaba a pesar de que todo indicaba que iba a ser un nuevo gran éxito. Sus versiones en directo eran espectaculares, era un recopilatorio con sus grandes temas, pero … Pero el problema fue que sus fans no perdonarían que algunas canciones emblemáticas del grupo no aparecieran en el disco y que sí lo hicieran por el contrario algunas versiones de otros artistas. No lo encajaron nada bien, la verdad.
Además, el hecho de que no se tratara de la grabación de un único concierto sino de grabaciones de múltiples conciertos ofrecidos a lo largo de su carrera, restarían atractivo al producto ya que no guardarían ninguna uniformidad y podrían apreciarse los distintos medios que tuvieron en cada ocasión. Resulta muy curioso que justamente en una de sus grandes especialidades como eran sus actuaciones en vivo les ocasionase una pequeña decepción.
No mucho mejor se presentaría el año 2002 ya que a finales del mismo publicarían su siguiente disco, el cual no tendría la aceptación de sus trabajos precedentes. Su título: “Bounce”.
Dos son las características que marcan este disco. Por un lado los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, lo que lleva consigo que sean muchas las canciones melancólicas, baladas y medios tiempos, y por otro lado el regreso a un sonido totalmente heavy como ya intentaron hacer en su anterior trabajo.
Marcado por los citados atentados, las guitarras suenan más pesadas que nunca con un sonido oscuro y aplastante por momentos. Con simplemente escuchar la canción que da título al disco es suficiente para hacerse una idea del contenido de este disco.
Como hemos visto con anterioridad, cuando publicaron “Crush” ya quisieron volver a sus orígenes con un sonido más contundente y cercano al hard-rock, pero su sello discográfico les obligó a suavizarlo un tanto. En esta ocasión no transigirían y se sumergirían de pleno en uno de los discos más contundentes y duros de su carrera.
El caso es que su público ya se había acostumbrado tanto a que sus canciones fueran más cercanas al pop-rock que al rock duro de sus comienzos que darían un poco la espalda a este nuevo trabajo que obtendría unas ventas considerablemente inferiores a las logradas con sus discos más recientes. Aun así, canciones como “Undivided” a mí personalmente me suenan muy bien.
Las críticas hacia el disco no fueron tampoco demasiado buenas. Los especialistas no encajaron de buena manera el endurecimiento de su sonido y consideraron que habían retrocedido a una época ya olvidada y pasada de moda. Hubo quien incluso se atrevió a manifestar que existía una clara crisis de creatividad y de falta de ideas y, como siempre en estos casos, que el final del grupo podría estar cerca.
Para que nos hagamos una idea de la poca aceptación que tendrían por parte de crítica y público sus temas más contundentes, baste con decir que la canción que más éxito lograría sería una de las que más encaja con el sonido de sus dos anteriores discos: “Everyday”.
Como ya os comentaba antes, el disco viene marcado especialmente por los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York, siendo una de las baladas que se incluyen en él la que más se identifica con este tema.
Se trata de “All About Lovin’ You”, una canción melancólica que viene acompañada de un videoclip con imágenes impactantes que evocan otras que todos recordamos de los brutales sucesos del 11-S.
En el año 2003 se cumplía el vigésimo aniversario del grupo, motivo por el cual se publicaría una antología de sus mejores canciones grabadas con un estilo diferente, casi acústico. El recopilatorio llevaría el título de “This Left Feels Right” e iba a convertirse en su tercera decepción consecutiva, ya que no cumpliría las expectativas marcadas en un principio.
El disco sería un estrepitoso fracaso en cuanto a ventas y lo cierto es que para celebrar sus veinte años de carrera no fue la mejor decisión. Evidentemente, tras tres discos consecutivos en los que sus resultados fueron bastante discretos, la palabra “crisis” empezó a sobrevolar sobre sus cabezas.
De esta manera, la publicación de su siguiente disco se esperaba con bastante expectación, habida cuenta de que un fracaso más podría ser definitivo y herir casi de muerte al grupo. Afortunadamente las cosas cambiarían radicalmente.
Así pues, en el año 2005 aparecería en el mercado “Have a Nice Day”, el disco con el que iban a retornar a la senda del éxito que no habían conseguido en los últimos tiempos.
Dicen que rectificar es de sabios y los chicos de Bon Jovi resultaron serlo y mucho, ya que dándose cuenta de que la fórmula de una música más dura no funcionaba en el mundo actual, recuperarían el sonido ya mostrado en “Crush”, dulcificando la potencia de sus guitarras y abrazando de nuevo el pop-rock.
El cambio significaría su retorno al número uno en toda Europa y el recibimiento de mejores críticas por parte de los expertos. Estaba claro que en la música del nuevo siglo, comercialmente hablando, el hard-rock de los 80 no tenía sitio y ellos habían sabido darse cuenta a tiempo.
Simplemente con el primer sencillo, “Have a Nice Day” ya demostrarían que estaban de vuelta, en plena forma y dispuestos a volver a vender discos como hasta ahora habían hecho. Además, la imagen de ese especie de emoticono con una expresión traviesa se haría muy popular e inundaría el videoclip de esta canción.
El giro que tomarían los acontecimientos con este disco sería grandísimo e inesperado. En los últimos años su música había logrado menor aceptación en Estados Unidos, circunscribiéndose casi de manera exclusiva su éxito a tierras Europeas.
Gran parte de culpa de este éxito en su tierra natal vendría marcado por una de las canciones que se publicaron como sencillo. Se trata de “Who Says You Can’t Go Home”, un tema con un evidente estilo country del que se sacaría también una versión en la que colaboraría con ellos Jennifer Netties y que sería todo un acontecimiento al otro lado del charco.
Por supuesto que no puede faltar una balada entre las canciones destacadas de este disco. En esta ocasión nos encontramos una melodía en la que la guitarra eléctrica se mezcla con la acústica dando este contraste un resultado bastante atractivo.
El título de esta balada es “Welcome to Wherever You Want” y muestra muy a las claras que el modo de hacer canciones más lentas y románticas había cambiado radicalmente a como fuera en sus primeros tiempos.
El terreno que habían perdido con sus últimas decisiones fue recuperado con creces y la gira promocional de “Have a Nice Day” fue todo un acontecimiento, aunque solamente en Europa, habida cuenta de que no abarcó los Estados Unidos. Daba la impresión de que decidieron pasar factura al público norteamericano que en los últimos tiempos les había dado la espalda.
Con este disco se pondría claramente de evidencia que ya eran un grupo plenamente de pop-rock, en el que en ocasiones presentabas sonidos más cercanos al rock y en otras al pop, pero siempre con su sello indiscutible. Entre las canciones más “duras” del disco yo destacaría “Unbreakable”, un tema que a mí me encanta.
Ya hacía tiempo que el sonido del grupo había desencadenado en algo muy distinto a lo que fueron en un primer momento. Conscientes de que si querían seguir en el candelero, vendiendo discos y llenando estadios tenían que darle a los jóvenes la música que a ellos les interesaba en cada momento fueron adaptándose a los nuevos tiempos a la perfección.
Por este motivo en algunos momentos sus canciones no es que sonaran a pop-rock sino que, en esencia, podían compararse perfectamente con el sonido que mostraban los grupos que más triunfaban del rock-indie. Como muestra, este botón: “Story of my Life”.
Ya os he comentado en repetidas ocasiones que a mí me gusta mucho más su sonido de la primera época, el más duro, el más potente. Afortunadamente, con los nuevos tiempos evolucionaron considerablemente pero no podían remediar el sacar su vena más hard-rock en algunas canciones. Como os podéis imaginar precisamente esos temas son los que a mí personalmente más me gustan de cada disco.
En esta ocasión mi preferida es “Dirty Little Secret”, una canción en el que el sonido de sus guitarras nos transporta a tiempos ¿mejores? Yo creo que sí.
No quiero cerrar el apartado dedicado a este disco sin referirme a otra de sus baladas. La sensibilidad que siempre tuvieron en su época más dura con los temas más tranquilos no la habían perdido al dulcificar su sonido. Era otra manera de componer e interpretar las canciones lentas pero con los mismos buenos resultados de siempre.
Esta canción no es otra que “I Am”, una balada con el inconfundible sello Bon Jovi de toda la vida. Evidentemente, otra de mis preferidas.
Los que habían apostado por la crisis del grupo e incluso por la posibilidad de su desaparición tuvieron que plegar velas ante el éxito cosechado por “Have a Nice Day”, pero además tendrían que reconocer su precipitación al opinar así cuando en el año 2007 apareció en el mercado su siguiente trabajo.
Y es que con “Lost Highway” iban a darse un capricho que a la postre iba a servirles para volver a triunfar a lo grande, recibir unas críticas muy favorables y volver a ser profetas en su tierra.
Jon siempre se había visto atraído por el country. En algunas ocasiones había introducido en los discos algún tema con ciertos toques de este estilo y su primer trabajo en solitario estuvo dirigido totalmente por esos caminos. Pues bien, en esta ocasión convencería al resto de sus compañeros para embarcarse en un disco que iba a suponer una auténtica sorpresa además de una de las sensaciones del año 2007.
Para ello no dudaron en marcharse hasta Nashville, cuna del country, para empaparse bien de su sonido y ser capaces de ofrecer baladas típicamente americanas como el primer sencillo en aparecer: “(You Want to) Make a Memory”.
Que nadie piense que estamos ante un disco de country puro y duro, no es eso. La inspiración de las distintas canciones es esa, pero no pierden ni un ápice de su esencia rockera en absoluto, por lo que la combinación country-rock al estilo Bon Jovi resultaría ser una auténtica genialidad.
Los críticos especializados se verían sorprendidos y elogiarían a lo grande este trabajo y sus fans siguieron tan fieles como siempre comprando masivamente el disco. Además, supondría el retorno al número uno de las listas de ventas en los Estados Unidos, algo que hacía muchísimos años que no sucedía. Por recuperar habían conseguido recuperar incluso al público norteamericano que poco a poco había ido dejándolos de lado.
Una de las canciones que más sabor a country posee es sin duda alguna “Lost Highway”, que además de ser la que da nombre al álbum sería la que mayor éxito y mejor acogida tendría de todas las que lo integran.
Nos encontramos ante el disco más personal de su carrera sin ningún lugar a dudas. Las letras están marcadas por sus vivencias personales y por las distintas crisis que algunos de los miembros del grupo atravesaban, con pérdidas de algún ser querido o algún reciente divorcio. En este aspecto, Sambora es el que más viviría como suyo el disco ya que su situación personal con la separación de su mujer y una importante recaída en su adicción al alcohol le tenía sumergido en una etapa bastante peliaguda de su vida.
Como no podía ser de otra manera, las colaboraciones especiales de otros artistas aparecerían en este disco. Yo me quedaría con la protagonizada por Lean Rimes que añadiría su talento al del grupo en esta espectacular balada titulada “”Till We Ain’t Strangers Anymore”.
Eso sí, no podia faltar algún tema que mostrara el habitual estilo del grupo en estado puro, con sus guitarras sonando a todo trapo y un sonido eminentemente rockero. De entre estas excepciones yo me quedaría con “We Got It Going On”, sin duda alguna la canción más potente de todo el disco.
Una vez más, su gira sería triunfal y además volvería a incluir Estados Unidos donde cosecharían un éxito rotundo. Sin embargo no todo fue de color de rosa habida cuenta de que en el inicio de la misma el estado físico de Sambora no era el más adecuado. Ni él ni el grupo dieron nunca más explicaciones que las justas pero lo cierto es que tuvo que someterse a una terapia intensa para superar sus adicciones, por lo que el esfuerzo que hizo para que ello no influyera en la gira fue descomunal.
Su capacidad para seguir componiendo se encontraba en un momento extraordinario. En el año 2009 se pusieron manos a la obra para componer un par de canciones nuevas para la publicación de un disco de grandes éxitos, pero serían tantas las composiciones que fueron capaces de crear que finalmente decidieron publicar un nuevo disco con temas inéditos. Su título sería “The Circle”.
Este disco sería su retorno al sonido pop-rock tras su incursión en el country, aunque no sería su retorno a las grandes ventas ya que pasaría bastante desapercibido para el público en general, obteniendo peores resultados que los logrados con discos precedentes.
Durante tantos y tantos artículos de “La Graminola” hemos podido comprobar como los grandes artistas norteamericanos han inspirado algunos trabajos en dos de los acontecimientos políticos más importantes de su país. Por un lado con la invasión de Irak por parte de George Bush. Por otro con la elección como Presidente de Barak Obama. Pues bien, éste último sería en el que basarían todo su disco los chicos de Bon Jovi.
El primer sencillo en aparecer en el mercado de este disco sería “We Weren’t Born To Follow”, del que haría también una versión remezclada por el DJ Jason Nevins, pero sinceramente yo me quedo con el original.
Lo cierto es que nos encontramos ante uno de los discos menos aceptados y menos acertados de su carrera. Tras el capricho de “Lost Highway” con “The Circle” no conseguirían buenos resultados ya que la mayoría de las canciones que lo integran son bastante normalitas.
Además su contenido es bastante suave, habida cuenta de que existen pocas canciones de auténtico rock, siendo la mayoría de ellas baladas, medios tiempos o ritmos muy cercanos al pop como este “Superman Tonight”.
Lo que sí seguiría funcionando a la perfección sería la correspondiente gira promocional. Sacasen el disco que sacasen, fuera cual fuera su grado de “dureza” en la música de sus canciones, los aforos donde daban sus conciertos se quedaban pequeños, por lo que las pérdidas de recaudación por el menor número de ventas de sus discos quedaban compensadas con creces por la venta de entradas para sus actuaciones en directo.
Eso sí, aunque el disco flojea un tanto, una apuesta sobre seguro siempre llega en forma de balada, donde cada vez se movían con mayor éxito. En esta ocasión la elegida para ser publicada como sencillo sería “When We Were Beautiful” y se convirtió en el tema más aceptado por el público.
Bon Jovi siempre ha sido una de mis bandas favoritas de siempre (muchos pensaréis que repito tanto esta frase que ha terminado por perder su sentido, pero es lo que hay). Como ya os he comentado antes, a mí siempre me han gustado más cuanto más duro ha sido su sonido, por lo que la música de sus últimos tiempos me parece que está un poco por debajo de la de su primera época.
No obstante, en cada disco siempre hay un hueco, aunque sea pequeño, para alguna canción más cercana a sus mejores tiempos que se convierte de inmediato en mi preferida. En esta ocasión yo me quedo con “Work for a Working Man”, con un ritmo potente y un estribillo y unos coros bien marcados.
En el año 2010 llegaría ese recopilatorio que debería haber visto la luz el año anterior. Su título sería “Greatest Hits. The Ultimate Collection” y vendría acompañado de hasta cuatro temas inéditos.
De los cuatro temas nuevos poco se puede decir. Ninguno de ellos tiene la suficiente entidad como para ser una canción recordada. Las alarmas se encendieron de algún modo con esta circunstancia ya que cada vez eran más la voces que opinaban que su época de decadencia había empezado y seguía su curso de manera irremediable.
La verdad es que escuchando temas como “No Apologies” es normal caer en la tentación de opinar al respecto. Lo peor de todo es que esta canción es, además, la menos floja de las cuatro inéditas, así que mejor no hacer más comentarios.
Como apoyo al disco iniciarían una nueva gira en la que quedaría en evidencia que el estado de salud de Richie Sambora no parecía atravesar por un buen momento ya que en algunos de los conciertos sería sustituido por el guitarrista Phil X.
Los rumores sobre la continuidad de la banda se dispararían cuando se produjo el anuncio de que iban a tomarse un pequeño descanso antes de volver a grabar nuevas canciones, aunque no tardarían demasiado tiempo en disiparse, ya que tal parón fue bastante breve como veremos a continuación.
Como había sucedido en las anteriores oportunidades en las que se tomaron un receso, tanto Jon Bon Jovi como Sambora realizarían trabajos y colaboraciones en solitario. El primero aportaría una canción de su cosecha a la banda sonora de la película “Tipos Leales”, protagonizada por Al Pacino. La canción en cuestión llevaría el título de “Not Running Anyone”.
Por su parte, Sambora publicaría un nuevo disco en solitario bajo el título de “Aftermath of the Lowdown”, pero como sucediera con sus anteriores proyectos al margen del grupo sus resultados fueron bastante discretos.
Los acontecimientos iban a precipitarse a partir de ese instante y podría decirse que el declive sería evidente. Muy pocos iban a apostar por la continuidad de la banda, aunque en este sentido aún han tenido recorrido, aunque la semilla de la disolución se plantaría en este mismo instante. Pero vayamos por partes.
A principios del año 2013, y pese a que habían anunciado un periodo de descanso, aparecería en el mercado un nuevo sencillo como adelanto del que iba a ser su nuevo trabajo. Se trata de “Because We Can”, otra vuelta de tuerca al pop-rock que ya se había convertido en poco menos que su seña de identidad.
Lo cierto es que este tema apenas tendría repercusión. Daba la impresión de que la fórmula estaba agotada y de que su sonido ya no atrapaba como antes. Hacía mucho tiempo que no lograban componer una canción que atrajese verdaderamente al público, que lo enganchara mayoritariamente como hicieron en sus mejores tiempos.
Pocas semanas después publicarían el nuevo álbum, bajo el título de “What About Now”, colocándose de manera inesperada en el número uno, aunque realmente no sería más que un espejismo.
Seguían levantando mucha expectación cada vez que publicaban un nuevo disco y sus fans más incondicionales acudía de inmediato a comprarlo, por lo que no es extraño que nada más salir al mercado se colocaran en el número uno de ventas. Lo que sucedía es que tras el tirón inicial su descenso era casi en picado y las ventas totales de sus nuevos trabajos empezaban a estar bastante por debajo de las expectativas iniciales.
Hacía tiempo que se venían detectando algunos síntomas de cansancio y de cierto hastío. Eran ya muchos años juntos y, por si fuera poco, las relaciones entre Jon y Sambora no atravesaban su mejor momento, por lo que los roces eran continuos y los rumores de separación cada vez más habituales.
Comercialmente hablando el disco fue un gran fracaso hasta el extremo de que únicamente se publicarían dos sencillos. El segundo de ellos, “What About Now”, el único con cierta trascendencia en Europa, ni tan siquiera entraría en las listas de éxitos norteamericanas, dejando bien a las claras que el público, por primera vez en su carrera, no estaba con ellos de manera tan incondicional.
Por si fuera poco, hasta la gira promocional tendría menor repercusión que nunca, aunque todavía con grandes resultados. Un acontecimiento inesperado por lo repentino iba a provocar que algunos de sus fans se sintieran defraudados y no apoyaran con tanto entusiasmo las actuaciones en directo del grupo.
Y es que nada más comenzar la gira, Richie Sambora decidiría abandonar la banda, dejando colgados a sus compañeros y obligándoles a buscarle un sustituto de manera apresurada para continuar con la misma, siendo el elegido nuevamente Phil X. Ni que decir tiene que la noticia caería como un mazazo sobre sus seguidores.
Tras varios cruces de declaraciones y diferentes rumores sobre las causas del abandono de Sambora, la conclusión final sería que su regreso al grupo era prácticamente imposible, por lo que muchos vieron en este abandono la gota que iba a llevar al final de Bon Jovi, máxime cuando el propio Jon hablaba de que el futuro del grupo era una auténtica incógnita.
El carisma que había adquirido Sambora, además de la manera en la que tocaba la guitarra, hacía pensar a sus fans que sin él no se podía entender el grupo, por lo que la mayoría daban por hecho que Bon Jovi ya eran historia. Con lo que no contaban era con que por causa de la rivalidad que él y Jon mantenían, este último no estaba dispuesto a arrojar la toalla, ya que quería demostrar a todos que él era el único y exclusivo activo que tenía el grupo y que iban a seguir llenando estadios.
De cualquier modo, finalizada la gira, Jon Bon Jovi anunciaría que la banda lo dejaba, aunque dejaba abierta la puerta a un futuro retorno si se dieran las causas necesarias. La mayoría de sus fans no entendía el grupo sin Sambora y al parecer sus compañeros tampoco … inicialmente.
Sorprendentemente y sin aviso alguno, en el verano del año 2015 comenzaría a sonar en las emisoras de radio una nueva canción, titulada “Saturday Night Gave Me Sunday Morning”, primer sencillo del grupo tras la marcha de su guitarrista de cabecera. Se trataba del pistoletazo de salida para la publicación de un nuevo disco. La noticia pillaría a todo el mundo con el pie cambiado.
De manera inmediata aparecería en el mercado el inesperado disco bajo el título de “Burning Bridges”. La sorprendente decisión tenía una explicación y es que estaban obligados por contrato con su sello discográfico a publicarlo. Su relación contractual finalizaba ese mismo año y no tenía más remedio que sacar algún disco más en una especie de despedida tras más de treinta años trabajando juntos.
Como suele suceder en estas ocasiones, la involucración del grupo en la promoción del disco sería menor. No se grabarían videoclips, no habría presentación oficial y por no haber no habría ni tan siquiera gira promocional. Únicamente ofrecerían una decena de conciertos que ya estaban planificados con anterioridad a la aparición del disco y en los que no se tocarían la totalidad de las canciones que integran este nuevo trabajo.
En cuanto a estilo nos seguimos encontrando con un sonido similar al de sus últimos discos, más cercano al pop que a otra cosa. Las malas lenguas decían que éste era el verdadero motivo de la marcha de Sambora, que no estaba de acuerdo con la excesiva dulcificación de su música, aunque en las contadas ocasiones en las que sus excompañeros hablaban del tema siempre había insinuaciones sobre que el verdadero motivo era sus constantes recaídas en su adicción a las drogas.
Ünicamente se publicaría un sencillo más, concretamente “We Don’t Run” y como todo el disco pasaría con más pena que gloria.
Todavía quedaba pendiente la publicación de un último disco con su discográfica de siempre, por lo que en el verano de 2016 volveríamos a tener noticias de ellos, con la aparición de un sencillo como anticipo que llevaría el título de “This House Is Not For Sale”.
Tras diversos contactos con el sello discográfico, sus relaciones se normalizarían de algún modo, por lo que en este disco se mostrarían más concentrados en intentar lograr el reconocimiento de siempre y poner el punto final a su andadura juntos de la mejor manera posible.
Éste sería, además, el título del que es hasta ahora su último disco, que saldría al mercado a finales del año 2016 y con el que parecen querer abrir un nuevo ciclo en su carrera.
Si quedaban dudas sobre si había intención de continuar adelante o no, con la publicación de este disco quedaría bastante claro que la respuesta era afirmativa por una novedad de gran importancia que iba a traer consigo su grabación.
Este detalle tan importante no es otro que la variación que iba a producirse en la composición del grupo. Con la marcha de Sambora ésta se había visto reducida a tres miembros por lo que tomarían cartas en el asunto. A partir de este instante el guitarrista Phil X y el bajista Hugh McDonald, habituales colaboradores ambos, iban a pasar a formar parte como miembros de pleno derecho del grupo que recuperaría su composición inicial de quinteto.
Así pues, de alguna manera recuperarían la esencia de sus primera época con canciones como este “Knockout”.
Según sus propias declaraciones este disco es el del retorno a sus orígines, el de la vuelta a sus raíces. El propio Jon manifestaría el día de su presentación que era lo más parecido que habían hecho a sus dos primeros discos. Sinceramente yo no lo veo así.
De hecho, una de las canciones que aparecen en el disco lleva un título que quiere resumir estas manifestaciones. Se trata de “Born Again Tomorrow”, una canción en la que vienen a decir que habían vuelto a nacer, que habían vuelto a reinventarse. Sinceramente de nuevo, yo los veo y los escucho igual que en sus últimos diez años.
Habida cuenta de que con sus últimos trabajo no solamente habían retrocedido en cuanto a número de ventas sino que también habían recibido unas críticas bastante malas, en esta ocasión decidirían intentar retornar a sus principios, a la música con la que dieron sus primeros pasos y que les llevaría de algún modo a convertirse en lo que se convirtieron.
Su propósito era el de sonar como sonaron en su álbum de debut, y si bien es cierto que de algún modo ese es el sabor que tienen las canciones de este disco, no es menos cierto que por mucho que ellos lo afirmen sea idéntico. Lo cierto es que escuchando “Labor of Love” cuesta mucho trabajo pensar que suena como en sus primeros tiempos. Yo no lo vemo, vamos.
Tras tantos años en la carretera, tras tantos años juntos con momentos mejores y momentos peores, retiradas temporales, algunos sinsabores y mucho trabajo, habían decidido cerrar el círculo y volver a donde había empezado todo. Al menos eso es lo que ellos dicen.
Cierto es que su tirón ya no es el de antaño y que aunque ellos no lo vean así, la salida del grupo de alguien de la entidad y del carisma de Richie Sambora les ha pasado una pequeña factura, pero con un sonido más o menos duro, con una imagen más pop o más rock, siempre han ofrecido buena música.
Así pues, cerremos el artículo de hoy con el que es hasta el momento su último sencillo publicado: “Born Again Tomorrow”.
Y hasta aquí llega el último capítulo dedicado a la carrera de Bon Jovi. Su futuro es una incógnita. La marcha de Sambora será bastante difícil de olvidar y habrá que esperar acontecimientos para comprobar si siguen teniendo ganas de salir adelante y, sobre todo, que camino seguirán en cuanto a sonido. Pero de lo que no cabe duda es que han sido grandes, muy grandes y eso les da un importante colchón para poder seguir haciendo lo que les plazca de ahora en adelante.
Hasta la próxima, Graminoleños
JUAN JOSÉ GOMARIZ