Hoy me apetece mostrarme localista: estos días tan ajetreados recibiendo misivas interesadas emitidas desde lo más profundo de los corazones avariciosos de las multinacionales globales que no he podido evitar porque se ufanan los muy malditos en rodear a uno aunque no mire la tele y se te cuelan en el buzoneo invasivo y entre las palabras que viajan en las ondas de la radio afirmando que será mejor que compres, gastes, adquieras cosas que no te hacen falta, manufacturadas casi todas ellas -sí, las de esa marca tan exclusive and charmante, también- a varios miles de kilómetros, mirando al Sur, a mano izquierda desde donde yo estoy, esos días, digo, me impelen a mirarme el ombligo, centrarme en mi tierra y tratar de pensar que, como siempre, deseo lo mejor para todos.
Recuerdo que, de pequeño, así que iniciaba las vacaciones escolares navideñas, empezaba a canturrear villancicos, lo que en mi pueblo llamamos "nadales" y, por si fuera necesario concretar, he creído que escuchar alguna sería interesante para los amables lectores.
Siento desengañar a algún rufianesco burlón, porque no será mi menda quien se ponga a cantar.
Vean, si les place, al eminente guitarrista italiano Stefano Grondona interpretar seis piezas transcritas para la guitarra española por el gran guitarrista catalán Miquel Llobet que se basó en canciones populares catalanas, que, son, por su orden de interpretación: "La nit de Nadal", "El testament d'Amelia", "El noi de la mare", "Plany", "Lo fill del rei", y "La pastoreta", siendo la primera, la tercera y la última "nadales" que sonarán en muchas casas de Catalunya estos días.
p.d.: seguro que a alguien interesará saber que la guitarra española tocada magistralmente por Stefano Grondona procede de las sabias manos de Jose Luís Romanillos, que la bautizó como "La Culé".
Besos y abrazos.