La próxima “Agrippina” del Campoamor abrió boca con un excelente monográfico de "El cisne de Pésaro" compartido con un pianista perfecto para la ocasión, conocedor del repertorio y colaborador de su compatriota con quien ha grabado parte del programa de una velada donde los “pecados de vieyera” resultaron la merienda perfecta para el primer domingo de diciembre, con aforo casi completo y "horario canario". Del título de este ciclo ya lo comenté en el anterior concierto y supongo que barroco es el repertorio habitual de la italiana aunque esta vez el protagonista fuese Xuacu Rossini (29 de febrero de 1792 - 13 de noviembre de 1868), otro autor que domina sin olvidarnos de Mozart.
Or che di fiori adorno (La passeggiata), Anacreóntica para voz y piano en SOL M, Allegro fue la carta de presentación de su estilo genuino y portentoso con buen gusto y musicalidad, seguido de Mi lagnerò tacendo para voz y piano en MIM, Andantino del álbum "Musique Anodine", texto de Metastasio que Rossini colocó en colección, sarcasmo hasta el final porque piano y voz rezuman buen gusto, entendimiento y complicidad.