Fue pastor celoso de la caridad y la evangelización, de la reforma del clero y de las costumbres de los fieles. Pero el obispado no era para él. A pesar de intentarlo, su vida penitente y orante y su amor por la soledad le impelían a aspirar a otra vida. Por eso San Tilo (7 de enero) le recomendó, luego de 10 años de episcopado, que renunciara a la sede y llevara vida solitaria. Así lo hizo, dejando el cayado en manos de Rodobert, su sucesor. Luego de esto, Se puso una simple túnica y a pie peregrinó a Roma, donde en el año 700 visitó al papa San Sergio I (8 de septiembre). En Roma se dedicó al cuidado de los enfermos y a la redención de los cautivos, a veces a costa de su propia libertad y vida, pues se exponía a muchos peligros.
Fuente:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
A 15 de enero además se celebra a San Alejandro el Acemeta, abad.