Es tremendo y siempre ocurre lo mismo. Gente como Bono si no habla revienta. Este hombre que perfectamente podría estar en el Partido Popular, que tiene condiciones de trepa innato y así se ha ido abriendo camino, resulta que quiere dar lecciones a Izquierda Unida.
Según su opinión, el problema de que el PSOE no gobierne en muchos municipios no es porque el PSOE haya perdido fuerza, o sea votos y concejales, es simplemente porque Izquierda Unida no se entrega a su amo y señor, el PSOE, el partido “adalid de la izquierda” y no le da los votos que necesita para seguir al mando. Tiene webos la cosa.
Un tipo que es un meapilas exagerado, un monárquico convencido, una persona que tiene odio a los comunistas y que no quiere ni oír hablar de la Memoria Histórica, quizá por aquello de que su padre era falangista. Un elemento que ha decidido que los diputados trabajan demasiado y que ahora les quiere quitar, en los siete meses hábiles que tienen al año, uno de los tres plenos semanales. Este tipo amante de un Estado católico y capaz de intentar colocar una placa de la Santa Maravillas en el edificio del Congreso y de hacer detener a unos pro-saharauis o de reprender a un represaliado del franquismo por ondear una bandera republicana. Este es el tipo que quiere dar lecciones.
Bono coincidió conmigo a finales de los años setenta, en el PSP y se pasaba todo el día intentando convencer a los militantes de pasarse al PSOE, donde según sus palabras se podría hacer carrera y llegar lejos. Ya entonces era conocida su fobia por los comunistas.
Hoy sigue hablando de Izquierda Unida como de “los comunistas”, como hace la derecha con la infame pero inútil intención de ofender. Todo, porque pretende que Izquierda Unida sea simple y llanamente una sucursal de PSOE, y como no es así, le escuece.
Volviendo la frase en voz pasiva, podríamos decir que es Izquierda Unida quien no puede reconocer al PSOE como partido de izquierda mientras en él haya personajes de la calaña de Bono.
Si no fuera por la infamia sería divertido ver a un tipo como este, azote de republicanos y de comunistas, hacer declaraciones sobre Izquierda Unida, su enemigo público número uno. Tipos como éste harán siempre difícil, si no imposible, la deseada unidad de la izquierda.
Salud y República