Bono, quédate en Guinea y no vuelvas

Publicado el 11 febrero 2011 por Rgalmazan @RGAlmazan

Pues sí, el Sr. Bono, presidente del Congreso de diputados se encuentra por Guinea Ecuatorial, en viaje de… Digamos que oficialmente ha ido por cuestiones comerciales. Y eso que no es el ministro de Industria, ni de Economía, ni de Asuntos Exteriores. Seguramente, de forma ingenua, yo siempre pensé que su cargo era institucional y que era el gobierno quien se debería ocupar de ejecutar la política.

Sin embargo, ahí está, el ínclito Bono ha viajado a Guinea Ecuatorial, con compañeros parlamentarios como son Arístegui del PP (ese tipejo que habla atrocidades de Cuba o Venezuela, y sin embargo ha promovido este viajecito con el santo varón de Guinea, uno de los más sanguinarios y peores dictadores que existen), Duran i Lleida, ese caballero de alto plumero que con gran educación y solemnidad siempre habla de las instituciones y de sus valores, y con otro socialista, Álex Sáez, al que no tengo el gusto. Los demás grupos parlamentarios o se han negado, por considerarlo una villanía, o se han excusado por problemas de agenda.

Porque, que una representación del parlamento español, donde reside –o debería residir— la soberanía nacional, vaya a visitar a uno de los más detestables dictadores africanos –lleva en el poder desde que dio el golpe de estado en 1979-- es un acto lamentable, entre otras pequeñeces porque da un aire de legalidad democrática a un personaje que tiene a su país en la miseria, a pesar de tener una renta per cápita altísima (la quinta del mundo y la primera de África), 50.000$. Sí, no es un error (en España es de 27.000$). Y sí es un horror que esta renta sea la de un país donde, por citar algunos parámetros:

  • Menos de la mitad del país tiene agua potable
  • El 20% de los niños muere antes de cumplir cinco años
  • El salario medio oficial es de 186$.
  • La esperanza de un ecuatoguineano al nacer es de 50 años
  • El 60% de la población vive con menos de un dólar al día.

Bueno, creo que estos pocos datos dan idea de cómo está distribuida la riqueza. Un pequeño grupo (la familia Obiang Nguema y pocos más) acaparan casi todo el PIB, mientras el 99% de la población vive en la pobreza.

Además, se trata de un país donde se practica una dictadura cruel, donde se persigue y asesina a los opositores, donde las elecciones son una constante farsa, hoy –y será por aquello de lo bien que queda-- de cien diputados, noventa y nueve son del partido de Obiang Ngema y uno es de un partido opositor (de los permitidos, o sea, un poco opositor). Donde la verdadera oposición o ha sido asesinada o se tuvo que marchar, para huir del dictador. Un país con la pena de muerte, no sólo vigente sino activa.

Es difícil de entender que este gobierno, si no fuera por su debilidad, haya autorizado y avale un viaje como éste. Primero, porque a este tipo no hay que validarle en ningún caso, y segundo, porque si es necesario hacer un viaje debe ser el gobierno quien lo haga con objetivos claros y no una institución que debe quedar al margen de ejecutar la política. Su misión es hacer leyes.

¿A qué han ido, entonces, estos merluzos? A hacer un viajecito turístico, a hacer un favor a un amigo que se ha hecho rico a costa de empobrecer a su pueblo, a vivir como reyes, a pegarse alguna comilona y a gozar del máximo de atenciones que Obiang Nguema les da, a cambio de otorgarle un reconocimiento internacional que le deja respirar un poco y que le avala como país “normalizado”.

Y les voy a contar la última de Bono. Ha dicho, después de la entrevista con el dictador, que "Lo que nos une es mucho más que lo que nos separa".

Será a usted, Sr. Bono. A mí y a la mayoría de los españoles y a toda la gente de bien, con asesinos y dictadores no nos une nada. No sé si lo entiende pero me temo que no. Me temo que su árbol exhibicionista no le deje ver ese bosque vergonzoso.

Usted no me representa, usted y sus acompañantes con este viajecito turístico se han cargado la poca honorabilidad que pudieran tener. ¡Váyanse al infierno! o lo que es lo mismo, ¡quédense en Guinea y no vuelvan!

Salud y República