La clase política de este país no vive su momento más popular de cara a la ciudadanía. Eso es algo que parece que ahora todo el mundo tiene bastante claro. Pues no. Eso es algo nítido para la mayoría de los mortales menos para el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que ha considerado que ya es bastante duro trabajar tres días por semana y ha propuesto un ensayo, casi de forma unilateral, para que los jueves sus señorías no asistan al Congreso (a no ser que tengan que reunirse en alguna comisión) y se queden en casa.
El momento parece no ser el más oportuno. Ayer miles de personas se manifestaron en la puerta del Congreso para protestar por la futura reforma laboral que parece que no convence mucho a nadie…. De hecho Joan Rosell, presidente de la CEOE, ha dicho literalmente que los empresarios tienen “pánico” a contratar y que existe una enorme falta de flexibilidad. Pues si quiere flexibilidad que contrate a Bono que entiende un montón de esas cosas… lo mismo le da trabajar tres días que dos…
Al menos todos los grupos políticos no se han mostrado a favor de la decisión que Bono dijo aprobar por asentimiento de la cámara en cuestión de segundos, menos de 30. Al menos hay políticos que al parecer aún tienen vergüenza. Ni sus propios compañeros de filas del PSOE respaldaron la propuesta del espabilado presidente del Congreso. Además, según comentan, no es necesario darles ese día de fiesta ya que ayer por la tarde había solo 25 de los 350 en el hemiciclo. Una pena que los políticos españoles sigan dando esta imagen y este ejemplo.