Alguien pasa a mi lado sin tocarme ni mirarme pero siento que me lanza un hechizo: tengo que volver la vista atrás.
Aparenta ser una de esas extrañas personas que en algún momento se bajó del mundo por algún motivo durante algún tiempo y ahora tiene que volver a aprenderlo todo: y se enfrenta a todo esto con una mezcla de ingenuidad y experiencia que resulta inquietante, una energía dual extraña que no todo el mundo es capaz de tener a su alrededor. Una mezcla de hola y adiós, de regreso al futuro, de retorno al vientre materno, un algo sádico y magistral, una presencia en el fondo aterradora, que tiene algo de inaprensible en tanto que no es humano. Ante esas presencias me arrodillo, como un animal amaestrado, no lo puedo evitar y no voy a intentarlo: me alimento de ese influjo.
Texto: Mar LópezImagen: Susana Blasco