Aquellos que me sigáis por las diversas redes sociales (facebook, instagram, tumblr, twitter...) sabréis que actualmente me encuentro leyendo el libro de Cristina Morató llamado “Divas Rebeldes”. En él, indaga en la biografía de siete ‘divas’ más allá de lo que todos conocemos, revelando las personalidades, dudas, inquietudes, tristezas y alegrías de las retratadas.
Su primer capítulo se encuentra dedicado a María Callas, así que hoy os traigo algunas de las frases que más me han marcado de esta primera parte:
“La historia de María Callas, la mayor diva de la ópera del siglo XX, fue tan trágica como apasionada como la de las heroínas que encarnó en los mejores teatros líricos del mundo.”
“Su dramático final, sola y atrapada en sus recuerdos, estuvo a la altura de las tragedias griegas que la convirtieron en un mito.”
“Es extraño notar cómo los parentescos que nos unen a nuestros consanguíneos no son realmente importantes. Los míos me han dado sólo infelicidad.” Carta de María Callas dirigida a su padrino.
“Acomplejada por su peso odiaba mirarse al espejo y sin embargo su madre la obligaba a exhibirse. Esta inseguridad se mantendría a lo largo de su vida y al convertirse en una estrella, María inventaría el personaje de la gran diva Callas para esconderse tras él como una máscara.”
“A partir de su primera representación de Tosca como suplente, María fue considerada una de las mejores cantantes de ópera del país.”
“Una diva, además de cantar e interpretar, tiene que ser una diosa en la vida cotidiana.” María Callas.
“Se sentía explotada y utilizada como cuando era una niña. Daba por hecho que nadie la apreciaba por sí misma, que sólo les importaba su voz y enriquecerse a su costa ‘Los únicos que no me traicionan son mis perros’.”
“Creía que estaba enamorada pero ahora comprendo que lo que sentía por Battista no era amor, sino gratitud. Ignoraba qué era amor hasta que conocí a Onassis” María Callas.
“Soy orgullosa. No me gusta mostrar en público mis sentimientos… Nunca pido nada por temor a llevarme un desengaño… Sinceramente, me aterra ir a mi casa. Es como el principio de una representación… No creo que mi salud pueda soportar tanta tensión… Me encantaría volver a lo que fui en 1958, a los buenos tiempos.” María Callas.
“Una parte de ella misma murió el día en que Onassis se casó con Jackie Kennedy y la otra permaneció teñida de tristeza para siempre.” Anne Edwards sobre María Callas.
“La cantante tras desayunar en la cama, se desplomó en el suelo como sus trágicas heroínas operísticas. Tenía cincuenta y tres años, y había perdido las ganas de vivir. Caía el telón de una vida marcada por una pasión tan intensa como letal que la encumbró al Olimpo de la lírica, pero que destrozó su corazón.”