No es ningún secreto que estaba pasando por un bache lector que duraba ya varios meses. El doble turno en el trabajo durante el mes de junio no ayudó. Glastonbury no ayudó. El Atlántida Film Fest, tampoco. Todas estas cosas han ido sumándose a esa desgana general que me coge de vez en cuando por los libros. Demasiado de vez en cuando, diría. A finales de julio, en vista de que este agosto también va a ser un poco lamentable, decidí acabar con todo eso: “Voy a comprarme un tocho que me dure todo el mes”.
En mi mente tenía bastante claras dos cosas. La primera, que quería alguno de Stephen King. La segunda, que, en realidad, probablemente acabaría comprando más de uno. Al final ambas se cumplieron, aunque para ello tuviera que tirar de Book Despository ¿os acordáis de mis quejas sobre la librerías de aquí? pues aún siguen vigentes.
Al ver que no había nada de lo que tenía en mente, decidí improvisar. Es entonces cuando vi esta preciosa edición de Grasshopper Jungle. Desde hace ya un tiempo he querido leer algo de Andrew Smith. Al no encontrar Winger decidí darle una oportunidad a este. Prometía una historia bizarra y divertida y no me ha decepcionado. Narrada en primera persona por uno de sus protagonistas, asistimos a una desafortunada y fortuita invasión de una especie mutada, gigante y asesina de mantis religiosas que pone en peligro la raza humana. Todo ello aderezado con una especie de triángulo amoroso fruto de la confusión de Austin, capaz de querer por igual a su novia y a su mejor amigo. No suelo leer nada del género Young Adult, aunque reconozco que he disfrutado de este título. No deja de ser un simple pasatiempo, una especie de Pesadillas 2.0 que no escatima en detalles escabrosos y donde no se deja ningún tema de lado, ni siquiera el sexo, que se trata de una manera bastante natural. A diferencia de mucha gente, yo no diría tanto como realista. Aunque sea redundante con algunos temas el ritmo es muy bueno y el humor me ha convencido. Imposible no sonreír con algunas de las agudas observaciones de Austin. Como habéis visto en la foto anterior, repetiré con el autor, y eso es buena señal. Por cierto, llegado el momento, deberíais escuchar Gimme Shelter. Este libro me ha descubierto una de las canciones más redondas de la historia.
Winger – Andrew Smith
Este, y no Grasshopper Jungle, sí que lo tenía apuntado de hace tiempo. Al final no será el primero el primero que lea del autor. Si os digo la verdad tengo miedo de que se repita la sensación que tuve al leer mi segundo Ben Brooks; que una vez leído uno es como haberlos leídos todos. Aunque todo apunta a que será más de lo mismo también es cierto que no me da ningún tipo de pereza ponerme con él. De momento tendrá que esperar unas semanas. Quizás para cuando lo empiece ya se haya puesto a la venta su continuación Stand-Off, cuya publicación está prevista para el 8 de septiembre.
Se me ha prometido un final triste y espero que cumpla. Veremos si Smith es capaz de tocarme la fibra sensible con este título. No me sorprendería que lo hiciera.
It – Stephen King
El libro que ha desatado este último (aunque no nuevo) impulso consumista. Abandonado un par de veces sin motivo aparente hace unos años, volvió a ser una prioridad tras la noticia de su adaptación al cine por parte del genial Cary Fukunaga. Si habéis seguido el drama de la pre-producción de la película sabréis a estas alturas que el estudio no le concedía todo lo que pedía así que finalmente abandonó el proyecto. Esto es algo que me ha jodido de una manera que aún no alcanzo a comprender. Supongo que me moría de ganas de ver una película de terror (¡de hecho eran dos!) rodada por él, y más si está basada en una de las novelas más memorables de King. Al final el proyecto queda en manos de Andrés Muschietti, el guionista y director de ese esperpento que fue Mamá. Otra mala noticia: Will Poulter también abandonó el proyecto poco después de que lo hiciera Fukunaga. A pesar de todo soy optimista, muy mal tendría que salir para que fuera peor que esa ya desfasadísima adaptación protagonizada por Tim Curry (hay que buscar algo más que imágenes sueltas para entender esto).
Esta es mi lectura actual y aunque apenas llevo 100 páginas ya estoy completamente enganchado. Mi edición tiene un papel tipo Biblia que no casa muy bien con los subrayadores que estoy utilizando sobre él. Os dejo una imagen aunque, aviso, puede herir la sensibilidad de los más puristas.
The Stand – Stephen King
El segundo tocho también llega a mi por los mismos motivos. En este caso se sabe mucho menos de la adaptación, tan solo que Matthew McConaughey (en mi vida podré escribir ese nombre bien sin tener que buscarlo) es uno de los candidatos para interpretar el papel del perverso Randall Flagg. Aunque se ha repetido tantas veces que ya ha dejado de significar algo, muchísimas personas coinciden en que esta puede ser la mejor novela que ha escrito el bueno de King.
La premisa me despierta algunas contradicciones ya que no promete ser el colmo de la originalidad, pero confío en que el maestro la sacará adelante sin despeinarse. Básicamente, trata de un virus gestado en un laboratorio secreto del Gobierno de los Estados Unidos (sorpresa) que es el culpable de acabar con el 99% de la población mundial. A lo largo de 1.400 páginas asistiremos a esa devastación de la especie humana pero también a la posterior reorganización de los supervivientes. Estos deciden crear dos bandos. El Bien está liderado por una anciana de 104 años, el Mal por ese nefasto Hombre Oscuro que es Randall Flagg.
The Opposite of Loneliness – Marina Keegan
He aquí un libro que no entraba en mis planes, no todavía. Sin embargo se ha colado como quien no quiere la cosa entre las lecturas a las que he decidido darle prioridad absoluta. El culpable ha sido, para variar, el blog Generación Reader, donde colocan el único libro que publicará Keegan entre las mejores lecturas en lo que va de año. Poco después de pedirlo, Cris, del blog She is Bad, comentaba todo lo contrario. Esta contradicción de opiniones no hace sino aumentar mis ganas de ponerme con los ensayos y relatos de la joven y desaparecida autora. Todo apunta a que será una lectura compulsiva y breve, independientemente de hacia dónde se incline finalmente la balanza. Por cierto, me gustaría aprovechar y comunicarle a Cris (y a todos vosotros) que voy a ponerme con su tag de Twin Peaks. No soy muy dado a hacerlos pero que me jodan si no me ha parecido una genialidad. Estoy seguro de que me llevará mi tiempo, pero prometo hacerlo.
Y hasta aquí la entrada. Ahora que sabéis mi debilidad por los libros podéis recomendarme más, insultarme, o lo que queráis en los comentarios. Por mi parte, “mi misión aquí ha terminado”.