Dos años después del ‘boom’, el hashtag ha resurgido de la mano de la librería francesa Mollat que tomó nota de la iniciativa de Holzer y ha empezado a publicar en su Instagram estas originales fotografías, aprovechando que dos de sus trabajadores llevan recopilando este tipo de imágenes desde 2008, cuando eran estudiantes de Bellas Artes. Una nueva mirada del pintor Vermeer o un resucitado Robert Kennedy. Todo sirve para intentar que los libros ganen presencia en las pantallas de nuestros dispositivos tecnológicos.
En otros lugares se ha promovido la lectura regalando el transporte de los viajeros que leen un libro. Ocurre en Rumanía, en donde se ha desarrollado una política para promover la lectura y recompensar a los que leen. Víctor Miron, el principal impulsor de esta llamativa campaña explica que todos aquellos que viajen en transporte público leyendo un libro, no pagan su pasaje. Miron, amante de los libros, llevó la propuesta al alcalde de Cluj Napoca, quien la aceptó inmediatamente. “Nuestro alcalde publicó la propuesta en su Facebook y la respuesta fue impresionante. Sabemos que leer siempre mejora tu vocabulario y da riqueza de pensamiento e imaginación”, dicen las autoridades… Todo sirve para utilizar la imaginación y promover la lectura, con tal de que el lector potencial no se pierda en absurdos pasatiempos que te alejan de la lectura de libros, como suele ocurrir en tantos lugares.