Autora: Kazumi Yumoto
Traducción: José Pazó Espinosa
Editorial: Nocturna Ediciones / Colección Noches Blancas
*Gracias a Lecturalia por el ejemplar*Páginas: 210
Sinópsis: Una novela sobre la muerte que defiende la alegría de vivir En clase, Yamashita es el gordinflón, Kiyama es tan larguirucho que le llaman «espárrago» y Kawabe, el raro que cada vez que habla de su padre se inventa una profesión distinta. Los tres tienen doce años y una vida normal... hasta que la abuela de Yamashita muere. Entonces experimentan una súbita curiosidad por la muerte: ¿qué pasará después?, ¿qué expresión se le quedará a uno al morir?, ¿existirán los espíritus? En busca de respuestas, deciden espiar a un anciano que vive cerca del colegio porque han oído comentar a un adulto que morirá pronto. Sólo es cuestión de organizarse para no perderle de vista. Y de que él no se dé cuenta, claro. Nada más publicarse en Japón, esta cálida y divertida novela se convirtió en un éxito fulminante: se tradujo a 14 idiomas, el director Shinji Somai la llevó al cine, obtuvo el premio JAWC al nuevo talento y en Estados Unidos ganó otros dos premios: el Boston Globe-Horn Book y el Mildred L. Batchelder.
Kiyama, Kawabe y Yamashita están en su último año de primaria y son los mejores amigos. Todo transcurría normal para este trio hasta que la abuela de Yamashita fallece y dicho acontecimiento termina despertándoles nuevas inquietudes acerca de la muerte. Es por eso que cuando escuchan de un anciano que vive solo y que, según dicen, morirá pronto, deciden espiarlo para así ver cuando suceda, pues ni Kawabe ni Kiyama han visto a un muerto y todo el tema les causa mucha curiosidad.
— ¿Que qué pasará? ¿Si muere solo?El trio protagonista es adorable. Si bien hubo uno con el que al princpio me costó simpatizar, para el final los tres se habían ganado mi corazón al 100%. Y es que llegamos a conocer muy bien a cada uno de ellos: desde la relación que mantienen con sus padres y otros compañeros de clase hasta sus temores, sueños, problemas y expectativas para el futuro. Por ello el poder ver cómo crecen emocionalmente mientras se desarrolla su amistad con "el viejo" (que es como llaman al anciano que decidieron espiar) fue una de las cosas que más disfruté de la lectura.
Me pregunté qué pasaría. Solo, sin amigos, sin familia. Si prounciara unas últimas palabras y nadie estuviera allí para escucharlas, ¿flotarían en el aire hasta desvanecerse? ¿Desaparecerían como si no hubiera dicho nada, como si nunca hubiera hablado? Algo como «no quiero morir», «me duele», «tengo miedo» o «he sido muy felíz».
Por su parte, la pluma de la autora es preciosa; al igual que pasa con la historia que cuenta, en su aparente sencillez radica su belleza. Además, es imposible no caer rendido ante los tintes poéticos que la acompañan.
Quizá sea divertido ser viejo, porque cuanto más viejo eres, más recuerdos tienes. Y aunque el propietario de esos recuerdos se muera, los recuerdos permanecen, flotan en el aire, se disuelven en la lluvia y penetran en la tierra. Y a lo mejor entran después en el corazón de alguien que pasa por allí.Aunque he mencionado la palabra tierna, hay un momento en específico en el que se relata algo bastante crudo relacionado con la guerra y, aunque en un principio no me gustó que se incluyera, terminé comprendiendo por qué estaba ahí. "Seguro que preferiríais no haber oído esta historia", les dice el anciano a los niños cuanto terminar de contar su relato; la respuesta de uno de ellos es "¿Por qué? ¿Es que hay cosas de las que no se deba hablar? (...) Es mejor hablar de las cosas, sobre todo de algo así". Me parece que con ello se está señalando la cuestión de la censura de ciertos temas cuando se trata de niños, el de la misma muerte suele ser uno de ellos. (Y bueno, también se trata de algo crucial en la vida del viejo que bien nos hace reflexionar sobre la imperfección del ser humano y lo pesadas que pueden llegar a ser las cargas de sus pasados, más aún en este caso al hablar de una situación tan compleja como lo es ir a la guerra).
Los amigos (titulada Natsu no niwa, "Jardín de verano" en su idioma original) es una tierna historia coming of age en la que vemos a tres niños crecer a través de la amistad que entablan con un anciano, pues ésta los lleva a aprender un poco sobre la vida, la muerte y, quizá lo más importante, sobre ellos mismos. Una lectura amena, entrañable, simpática y en momentos evocadora sobre ese momento de nuestra existencia en el que cenceptos como el de la muerte comienzan a cobrar vida y al hacerlo reclaman sentido y significado. En otras palabras, léanla.
🎬Sobre su adaptación:
Podría decirse que en general es una adaptación fiel a la novela. A mi parecer el mayor cambio fue la decisión de enfocarse y dar cierre a una trama que en el libro queda inconclusa. Eso me gustó, mas no el hecho de que por ello no pudimos ver otras escenas que significaban mucho para el desarrollo del personaje de Kiyama (quien es el narrador en la novela), cuya trama familiar también se eliminó completamente.
Otra cosa es que sentí que hacia el final la película se centró 100% en la relación de los niños con el viejo (al que por cierto aquí sí le dan un nombre), dejando de lado otras interacciones importantes entre los tres niños. Pienso que esto se hubiera solucionado incluyendo la parte del campamento de soccer, ya que ahí es cuando se habla, entre otras cosas, del miedo, funcionando además como una manera de unir más a nuestros adorables personajes. La última escena en la que aparecen los tres también es algo que me gustó mucho en el libro y en la película no es algo que lleguemos a ver (aunque la que vemos en su lugar también es muy bonita).
En fin, tal vez no se haya convertido en una de mis adaptaciones favoritas, pero disfruté viendola y lo más importante: morí de ternura con los niños elegidos para interpretar a Kiyama, Kawabe y Yamashita.
¿Conocían la novela? ¿La han leído? ¿Alguna otra autora japonesa que me recomienden? ¡Gracias por sus comentarios!