BookTime: Nunca digas siempre • Jennifer L. Armentrout

Publicado el 30 agosto 2017 por Karla A. @viviendodelasp
Nunca digas siempre
Título original: The problem with forever Autora: Jennifer L. ArmentroutEditorial: Puck (Colección Latidos) / Ediciones Urano*Gracias a Ediciones Urano Mx por el ejemplar*Páginas: 537Sinópsis: Mallory lleva cuatro años sin ver a Rider, su amigo y aliado de infancia, el chico que juró que siempre la protegería. Cuatro años tratando de olvidar la pesadilla que los unió. Cuatro años escondida tras un muro de silencio. Pensaba que lo había perdido para siempre, pero ahí está él, Rider Stark, en su misma clase del instituto, y de repente Mallory tiene la sensación de que no ha pasado el tiempo. La antigua conexión, emocionante e intensa, los une al instante, pero la sombra del silencio y del dolor es muy larga... para los dos. Tal vez ha llegado el momento de que Mallory deje hablar a su corazón, si no quiere volver a perderlo.

No saben lo emocionada que estaba por volver a leer a esta autora. Mi experiencia con ella se reducía a la saga Lux y al primer libro de la saga Covenant y, aunque en su momento me gustaron y estaba locamente enamorada de la primera, tenía muchas ganas de probarla fuera de lo sobrenatural, por lo que me alegré mucho cuando llegó a mis manos Nunca digas siempre, su más reciente novela juvenil contemporánea. 
Mallory y Rider comparten un pasado que les dificulta vivir el presente: su infancia transcurrió entre monstruos y pesadillas al crecer en un hogar de acogida en el que reinaba un ambiente de violencia y temor. Teniendo que ir por caminos distintos, dejaron aquella casa cuatro años atrás después de una noche terrible que, para bien o para mal, definiría el rumbo que a continuación tomarían sus vidas. Al salir de ese infierno, Mallory tuvo la suerte de ser adoptada por Carl y Rosa, una pareja de médicos; y ahora, tras haber sido educada en casa por cuatro años, decide regresar a la escuela para su último curso del instituto.
El problema es que Mallory no se encuentra bien. Como consecuencia de todo lo vivido y del trastorno de estrés postraumático que vino con ello, le cuesta relacionarse y hablar con la gente, padeciendo de un mutismo selectivo.
Me sentía frustrada porque sabía que podía hablar, pero, cada vez que se da la ocasión perfecta para que interviniera, la dejaba escapar por pensar demasiado lo que iba a decir.
Debido a esto ir al instituto es una gran paso para ella, y aunque no está del todo segura de estar preparada, está dispuesta a intentarlo. Y es por eso que el primer día esperaba sentirse nerviosa a reventar, esperaba que la ansiedad la invadiera, esperaba enfrentarse a un montón de obstáculos tan pronto como pusiera un pie en la escuela, pero había algo que nunca imaginó que sucedería: verlo a él, a Rider. Después de cuatro años de haber sido separados y de pensar que nunca volverían a encontrarse, ahí estaba él, el chico que de niño siempre la protegía en aquella casa, el chico que le prometió que siempre la protegería. 
Siendo honesta, no esperaba que me llegase a gustar tanto como lo hizo. Y es que en un principio tenía miedo de que se tratara de otra historia en la que el romance llega como una varita mágica para disolver los problemas de nuestra protagonista (quien narra en primera persona). Pero no hubo nada de eso y fui felíz. En cambio tenemos a dos personajes muy afectados que hacen lo que pueden para seguir adelante. Se enamoran, sí, pero eso nunca minimiza u opaca los problemas a los que ambos se enfrentan y a excepción del tener que agregar drama con que el chico tenga novia en el momento en el que se reencuentran, me gustó mucho la manera en la que se desarrolló su relación, fue muy dulce (sin ser empalagosa), entrañable y sana (ok, "sana" suena raro, lo que quiero decir es que no hubo toxicidad de por medio y eso se agradece). Sobre todo hacia el final hay una actitud que toma Mallory que me encantó y me hizo sentir como una mamá orgullosa lol (a lo que me refiero se resume en dos frases que por si acaso señalo como SPOILER: "No puedo arreglarlo (...) Lo habría intentado porque te quiero, te quiero muchísimo, pero eres tú quien tiene que cambiarlo. No yo" y "¿Cómo demonios iba a luchar por él cuando él no luchaba por sí mismo?". FIN DEL SPOILER.
¿No era eso lo que significaba en realidad apasionarse por algo? ¿Vivir? Pero el miedo seguia allí y por su culpa yo era esa especie de cascarón vacío
Lo principal en esta historia es la relación entre Mallory y Rider y la forma en la que hacen frente a sus heridas del pasado, por lo que toca temas bastante complejos como lo son el maltrato infantil y sus secuelas, además de mencionar algo sobre las fallas en los sistemas de acogida. Por ahí también presenta un breve panorama del ambiente de violencia en el que están sumergidos los jóvenes de ciertos estatus socioeconómicos (lo cual los convierte en objeto de muchos prejuicios). He leído en algunas reseñas señalar que lo último se toca muy superficialmente, y quizá sea así, pero en ningún momento eso me pareció algo negativo debido a que, si bien no es el centro de la historia, tampoco me pareció que estuviera ahí de manera gratuita. 
Otro punto a favor son sus secundarios. A alguno querrás abrazarlo, otro te ganarán por su humor  y a otros cuantos desearás haberlos tenido de amigos/compañeros en el instituto. Hasta el Señor Santos, maestro de la clase de expresión oral (la clase en la que Mallory sufre más), se hace querer con tan solo un par de diálogos. Mi favorita fue Ainsley, la mejor amiga de Mallory; es muy genial, sobre todo cuando se queja de los amigos superpaternalistas de su novio (cabe destacar que en la versión original en inglés usa la palabra mansplain y creo que saber eso me dio diez años más de vida). Y ni hablar de Rosa y Carl, los padres adoptivos de Mallory; comprensivos, amorosos y de verdad se preocupan por el bienestar de su hija. Oh, y son de origen latino. Y no sólo ellos, la familia que acoge a Rider (y en parte el mismo Rider) también lo es. Dicha diversidad es algo que no esperaba encontrar y agradecí, pero no pude evitar pensar que también se estaba cayendo en un estereotipo al insertarlos en una trama de drogas y violencia (pero bueno, al menos los hizo adorables).
Pese a sus más de 500 páginas, el libro se lee muy rápido, en mi caso desde que lo empecé no podía soltarlo. En él encontré una historia alentadora sobre una chica que pese a todo lo sigue intentando mientras descubre los distintos significados que "para siempre" puede tener. Es muy bonito ver los progresos que va haciendo Mallory, ver que no está sola y que a su lado tiene a personas que la comprenden y están ahí para apoyarla. Fue una novela que me sorprendió para bien, me dejó un buen sabor de boca y sin duda la recomendaría a quien busque una historia de superación con un romance dulce y tierno.
"Nos habían separado. 
Pero en realidad nunca nos habíamos alejado el uno del otro".