Disponible en español como Mil veces hasta siempre.
Autor: John Green
Editorial: Dutton Books for Young Readers
Sinópsis: Sixteen-year-old Aza never intended to pursue the mystery of fugitive billionaire Russell Pickett, but there’s a hundred-thousand-dollar reward at stake and her Best and Most Fearless Friend, Daisy, is eager to investigate. So together, they navigate the short distance and broad divides that separate them from Russell Pickett’s son, Davis.Aza is trying. She is trying to be a good daughter, a good friend, a good student, and maybe even a good detective, while also living within the ever-tightening spiral of her own thoughts.
Tan pronto como vi la buena acogida que estaba teniendo el regreso de John Green a la mesa de novedades, me dejé llevar por la marea de hype y su lectura pasó a tener prioridad máxima en mi infinita lista de pendientes.
Y aquí estamos, docientas y tantas páginas después, con una agradable sensación de placidez y el dulce sentimiento de que todo va a estar bien.
Nuestra protagonista es Aza Holmes, una chica de dieciséis años quien día a día tiene que lidiar con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y la ansiedad que habitan en su cabeza, con sus pensamientos convirtiéndose en una espiral que aprieta y asfixia. Ella tiene una mejor amiga hipermegafan de Star Wars, Daisy, quien la convence de inmiscuirse en el misterio de Russell Pickett, un millonario fugitivo (y padre de Davis, amigo de la infancia de Aza), para así obtener la recompensa que se ofrece a quien proporcione información sobre su paradero.
You can’t ever know someone else’s hurt, not really—just like touching someone else’s body isn’t the same as having someone else’s body.No obstante, no le di mucha importancia a lo anterior al momento de formar mi opinión final de la novela porque esta historia más que nada es sobre Aza, lo que pasa por su mente y cómo ello moldea sus relaciones e interacciones con el resto de los personajes. Y por ello para mí su protagonista, la amistad con Daisy y el tratamiento de los temas de salud mental/trastornos mentales es lo mejor del libro, y en tres puntos les resumo el por qué:
Aza (o Holmsey, como la llama Daisy). La sentí muy real. Imagino que escribir desde la perspectiva de alguien con estos problemas debe ser muy difícil, pues si la mera tarea de poner en palabras lo que se experimenta, lo que sucede ahí dentro, es todo un reto (como bien se nos recuerda a lo largo de la novela), ahora ve, nárralo y transmítelo a través de un personaje ¿y además hazlo bien? Nope, por más que lo vivas en carne propia (como sucede en este caso con su autor) no creo que sea tarea fácil. Pues aquí Green lo hace en primera persona y, desde mi para-nada-experto-punto-de-vista, lo hace tremendamente bien.
There’s no self to hate. It’s like, when I look into myself, there’s no actual me—just a bunch of thoughts and behaviors and circumstances. And a lot of them just don’t feel like they’re mine. They’re not things I want to think or do or whatever. And when I look for the, like, Real Me, I never find it.
La vida con un trastorno mental. Me gusta la perspectiva personal de John Green sobre el tema y cómo la inyecta en la historia y en Aza (y en ese final tan bello a mi parecer): "For me, it’s not something I expect to defeat in my life. It’s not like a battle I expect to win. It’s something I expect to live with and still have a fulfilling life. / Para mí, no es algo que espere derrotar en mi vida. No es como una batalla que espere ganar. Es algo con lo que espero vivir y aún así tener una vida plena." (Fuente).
Así, Turtles all the way down es una lectura íntima, honesta, evocadora, de esas con las que uno se descubre en una oración y en otra y en otra; un retrato vívido y respetuoso sobre lo que es padecer una enfermedad mental y estar en una constante batalla con tu mente, tus pensamientos y la vida en general. Y sí, la recomiendo mucho.
I, a singular proper noun, would go on, if always in a conditional tense.