Conozco a personas que con una mano en el pecho te juran en arameo que el pescado no pueden ni olerlo, y con la otra los ves cómo van devorando estos boquerones sin parar.
Y cuando les preguntas: ¿¿¿y esto que estás comiendo, qué es??? simplemente contestan: . . . Ah, ¿¿ésto?? ésto no cuenta. Y se quedan tan panchos y con la boca llena.
Ya claro, aceptamos boquerón como primo segundo del pollo, qué listosss.
Así que si tienes cerca un caso parecido, de los que aseguran que el pescado nanai de la china, ni se te ocurra prestarle atención. Prepáralos y déjalos en la mesa, verás el tiempo que tardan en que se le remuevan esos principios inquebrantables.
El boquerón en adobo es una maravilla gastronómica típica andaluza. Desde que los empiezas a freír, impregna un olorcito en la cocina, que ya augura el éxito que vas a tener ese día. Y cuando llegan a la mesa, es un visto y no visto.
Palabrita de madre con hijos anti-pescado.
Y ahora, vamos al lío.
Vamos a limpiar los boquerones. Imagina que el cuchillo es mi dedo pulgar {el gordo} ¿vale? no podía hacer las fotos pulsando con el dedo lleno de pescado, así que échale imaginación, que sé que la tienes.
Tardaré más en explicártelo que en hacerlos, pero espero que así quede bien claro.
* Quitaremos la cabeza.
* Ya tenemos el boquerón limpio.
* Vamos dejando los boquerones en un recipiente, y cuando estén todos limpios le damos un enjuague rápido bajo el grifo.
* No se ve el orégano, se me olvidó hacerle la foto, pero estaba.
* Dejamos que cojan bien el sabor unas horas como mínimo. Si tengo tiempo los dejo de un día para otro.
* En un cuenco, mezclamos la harina de trigo con la de garbanzos. En proporción 4x1. Es decir, cada cuatro cucharadas de trigo, agregamos una de garbanzos. Quedarán unos boquerones bien crujientes.
* Esto lo haremos justo antes de freírlo, es un paso que no se puede dejar hecho con antelación.
* No pondremos muchas piezas a la vez, no tardará más de un minuto por tanda.
* Y todos a la mesa que esto está listo ya.
Y ya sabes, si te animas, vienes y me lo cascas.
Nos vemos en unos días, hasta la próxima entrada, espero que seas feliz.