Éste es uno de los aperitivos favoritos en casa, y más en esta época. Imaginad la situación: buen tiempo, aperitivo en la terraza, una cerveza bien fría, unas buenas patatas fritas, unas aceitunas rellenas y estos Boquerones en Vinagre y Limón. ¿Quien se apunta? Seguro que no me quedo sóla tomando el aperitivo.
Hasta no hace demasiado tiempo los compraba ya listos para su consumo, tenía la falsa idea de que limpiarlos, sacarles la espina central, enjuagarlos y realizar todos los pasos iba a ser una tarea tediosa y larga. Idea infundada, está claro que no hay nada más atrevido que la ignorancia. ¡Vaya!, ya lo he vuelto a decir. Últimamente repito demasiado esta coletilla, creo que ando algo "reinvindicativa" - me río sóla cuando lo escribo y Monsieur À Table!, que lo tengo a mi lado, me mira- pero es que hay cosas que me pueden. Dejemoslo estar, como diría aquel, hoy he venido a hablar de mi libro, es decir, de mis boquerones.
Es verdad que todo lleva su tiempo, pero en este caso, es menos de lo que parece y el resultado merece la pena.
Algún familiar ya los preparaba y a mi me parecía que casi que había que hacerle un monumento por tan encomiable labor. Pero el detonante que hizo que me decidiera a prepararlos fue una conversación de éstas de "por casualidad".
Por casualidad, un compañero en el trabajo me comentó que los preparaba y ahí, sin más, se me creó la necesidad. Ya eran muchos los que mantenían una postura activa y se atrevían con estos boquerones, yo tenía que intentarlo, dejar mi actitud pasiva con ellos, y ver qué pasaba.
Pasar no pasó nada o pasó mucho, por que los primeros que hice ya salieron espectaculares y lo mejor de todo es que no me pareció para tanto el trabajo que llevaban.
Es verdad que el día que los compras tienes que tener un ratito para limpiarlos, pero es eso, cuestión de ratitos. Un ratito hoy para limpiarlos, un ratito mañana para disponerlos en vinagre y limón y otro ratito pasado mañana para enjuagarlos y conservarlos ya en aceite.
Por aquello del Anisakis, cuando los limpio, los seco bien y los meto 24 horas en el congelador. Sé que muchos no lo hacéis y es verdad que cuando los descongelas no quedan igualitos igualitos que cuando estaban frescos, pero en estas cuestiones cada uno es libre y yo prefiero prevenir.
Y en cuanto a la vinagreta, la ventaja que nos da preparar nuestros Boquerones en Vinagre es que lo podemos hacer con la intensidad de vinagre y aromas que prefiramos. A mi me encantan suaves y con toque cítrico, también me gusta experimentar con las variedades de vinagre, pero no les suelo añadir ajo ni perejil. A veces un poco de cebollino picado, incluso una ralladura de jengibre fresco o de tomate seco. Si buscamos algo diferente, este toque final los hace fabulosos.
No esperemos más, se van a calentar las cervezas ¿Aperitiveamos?
INGREDIENTES:
- 500 gr. de Boquerones
- 3 Limones
- 100 cl de Vinagre de Limón
- 125 cl. de Agua
- Aceite de Oliva Virgen Extra
ELABORACIÓN:
- Limpiar los boquerones, sacándole la cabeza, la tripa y la espina central. Ir dejando los filetes en un bol con agua muy fría. Después, lavarlos bien con agua fría, deben quedar muy limpios.
- Escurrir y congelar al menos 24 horas.
- Transcurrido este tiempo, dejarlos descongelar en la nevera.
- Mezclar el zumo de los limones con el vinagre y el agua. En un recipiente de cristal que se pueda cerrar bien, poner una capa de filetes de boquerón, un poco de sal y un chorrito de la mezcla de zumo de limón y vinagre. Repetir la operación hasta finalizar con los filetes de boquerón.
- El recipiente con los boquerones debe quedar completamente cubierto de líquido. Dejar reposar en el frigorífico al menos 24 horas.
- Transcurrido el tiempo, en un recipiente hermético limpio iremos disponiendo los filetes de boquerón, un chorrito de aceite de oliva y, si queremos intensificar el sabor a limón, un poco de zumo limón, pero no es necesario. Repetir la operación hasta finalizar con los filetes de boquerón. Cubrir con aceite de oliva, si los filetes no habían quedado cubiertos.
Bon Appétit!