En el pueblo de pescadores de Dingle nace una carretera que serpentea por este brazo de tierra, entre colinas tapizadas de color verde intenso y bahías que cobijan aldeas encantadoras como Ventry y Dunquin.
A lo largo del recorrido se ven las típicas cabañas con forma de colmena y los vestigios históricos del fuerte de Dunbeg (Edad de Hierro), el oratorio Gallarus (siglo VI) y la abadía de Riasc (VII).
Tras bordear el promontorio de Slea Head, las islas Blasket emergen de las aguas del Atlántico, justo enfrente de la punta de Dunmore Head –en la fotografía–, el mejor mirador de los lindes de Irlanda.
Fuente: - "Bordeando la Península de Dingle". Comparte: Facebook Twitter Google+