Algo así debería ser la presentación de este pequeñajo inocente y bueno hasta decir basta.
Tan bueno que se deja achuchar, mimar, toquetear, peinar, besar, achuchar y todos los “ar” que se te ocurran. Y ah, se deja hacer todo esto ¡por los niños! Santa paciencia, Boris, santa paciencia… :-)
En realidad con quien se ha de tener paciencia es con los adultos ¿Verdad Boris? Boris parece saber que es en los niños en los que va a encontrar seguro un tiempo para la ternura y un espacio para la confianza.
Este chavalote simpático y con desparpajo se iba detrás de cualquiera que quisiera dedicarle una palabra amable, sólo que de estos cualquiera, ninguno, le abrió la puerta de casa. Así que cuando Boris llegó hasta nosotros estaba muy sucio, apenas tenía pelo y lo peor, estaba muy enfermo.
Pero nada que no puedan solucionar nuestras vetes (las mejores) un buen pienso, una buena vida y los cariños del personal de dos y cuatro patas de El Refugio-Escuela. Y sobre todo el cariño, la alegría mágica y la preciosa sonrisa de nuestra pequeña Lucía.
Boris es un perro ¿cómo decirlo? A ver… ¡Un perro naïf! ¡Eso es! Lo suyo es ingenuidad en estado puro, la bondad hecha perro.
Y es tranquilo, y es pausado, y es equilibrado, y es paciente, y es lindo…
Calculamos que nació hacia el mes de Julio de 2010. Está en Sevilla pero se envía a cualquier provincia.
Para adopciones: difusiones.sofia2@gmail.com
Boris es un perro para querer, pero mucho, muchísimo. Un perro para alguien que busque un compañero con el que compartir el sueño de una vida en la que sólo haya espacio para la ternura.