Bormida es un pequeño pueblo en el corazón de la Alta Val Bormida zona montañosa de la Liguria al confín con el Piamonte, en la provincia de Savona.
Antiguamente formaba parte junto con Osiglia de un único municipio con la cuál dan origen en el año 1.481 a la construcción de la primer parroquia eclesiástica de la zona en homenaje a San Giorgio (San Jorge).
Bormida, por otro lado, es la zona qie más bosques tiene en toda la Liguria, el 80% de su territorio. De ahí que la industria maderera fuera hasta hace poco tiempo atrás la actividad económica principal.
Las áreas naturales algunas de las cuales gozan del status de interés común y protección ambiental, son compartidas con otros municipios adyacentes como Mallare, Pallare, Baidneto, Boissano y Calizzano.
Con solo 391 habitantes al 1 de enero de 2017, una densidad media de 19 habitantes por km2 y una altura de 485 metros sobre el nivel del mar es uno de los tantos pueblos del interior italiano destinados a desaparecer con el correr del tiempo.
La falta de industrias locales, el cierre de los pocos establecimientos que quedaban en la zona y que se han transferido siguiendo la tendencia de los últimos años en China, ha determinado una ausencia total de motivación para radicarse en Bormida.
La gente anciana cumple su ciclo de vida y la gente joven se va en busca de nuevos horizontes; los nacimientos son una rareza, prácticamente inexistentes.
Se accede al centro poblado a través de ina sinuosa calle de montaña que desemboca en una amplia plaza, característica por otra parte de todos los pueblos del interior de Italia, la llamada "entroterra". De ahí las calles y callejones se diversifican en los 4 puntos cardinales para albergar a menos de 400 habitantes.
Con inviernos rigurosos y veranos ideales para escapar de la ansiedad de las grandes ciudades era hasta hace no muchos años una válida alternativa para la "seconda casa" de los italianos con un cierto poder adquisitivo (normalmente de Milan) que la tenían para transcurrir algunos tranquilos días de vacaciones, dividiendo el tan ansiado período de descanso en la playa, el bullicio y la incomparable sensación y belleza de las playas ligures.
La iniciativa -patrocinada por la Regiones Liguria- del intendente local Daniele Galliano es otorgar un subsidio de 2.000 euros -equivalente aproximadamente a dos sueldos- y trabao a aquellos que se quieran establecer definitivamente en este perdido rincón de la Val Bormida.
A la fecha han ya recibido más de 17.000 solicitudes procedentes de Italia, Europa y Latinoamérica.