Botiquín de Viaje

Por Rak_mg

Es época de vacaciones y muchos de vosotros nos habéis solicitado consejo sobre el botiquín que debéis llevaros para vuestros viajes de buceo. Si dichos viajes se realizan a lugares donde la sanidad es limitada, es importante añadir a vuestros botiquines, medicamentos que puedan aliviar pequeños contratiempos que se os puedan presentar. Las quemaduras solares, las picadas de insectos, los trastornos digestivos e incluso pequeños rasguños y/o cortes son los típicos problemas, ajenos al buceo, que nos pueden impedir realizar inmersión. Es importante que el botiquín de un buceador sea estanco y de tamaño reducido.

A) MEDICAMENTOS

  • Comprimidos o chicles antimareo (Biodramina ®)
  • Tubo de pasta de Trementina (para extraer puntas de erizo u objetos punzantes).
  • Antialérgicos en comprimidos y/o en pomada (Polaramine ®, Cetiricina EFG).
  • Analgésicos y antipiréticos (paracetamol EFG, ibuprofeno EFG)
  • Antiinflamatorios (Voltaren ®)
  • Antisépticos tópicos (Topionic ®, Betadine ®)
  • Medicamentos contra las nauseas (Primperan ®)
  • Antiespasmódicos (Buscapina ®)
  • Antidiarreicos.
  • Gotas óticas (alcohol boricado)
  • Crema solar y productos para combatir las quemaduras solares.
  • Repelente de insectos.

Nota: Las marcas comerciales indicadas para cada una de las familiar de medicamentos citados anteriormente únicamente son ejemplos. En todos los casos y antes de consumir cualquier medicamento, es imprescindible revisar la fecha de caducidad y consultar el prospecto con el fin de asegurarse de que el medicamento a consumir es adecuado para el uso que se desea y conocer su forma de administración.

B) MATERIAL

  • Tijeras y pinzas
  • Esparadrapo y tiritas
  • Compresas ó gasas estériles
  • Guantes desechables
  • Puntos de sutura de papel (Steri-trip®)
  • Ampollas de suero fisiológico (para lavar heridas y también para los ojos)

Además, es bueno disponer de un manual de primeros auxilios y de un listado de las cámaras hiperbáricas más cercanas de la zona.

Recordar: Un “Buen botiquín” es el que, en caso de necesidad, puede ser utilizado por cualquier persona, evitando que el daño se acentúe, antes de recibir tratamiento de personal médico cualificado. Nunca un botiquín sustituirá el diagnóstico del personal sanitario.