Posteriormente intervino en “Que nada nos separe” (1995), de Peter Horton y “Tom y Huck” (1995), de Peter Hewitt. En 1996 rodó su segunda gran cinta, “Sleepers”, de Barry Levinson, junto a Robert De Niro, Kevin Bacon y Brad Pitt, entre otros.
Más tarde rodó “Ídolos, mentiras y rock & roll” (1997), de Guy Ferland, de nuevo junto a Kevin Bacon. Una de sus actuaciones más aclamadas fue la de “Verano de corrupción” (1998), de Bryan Singer, dando la réplica a un extraordinario Ian McKellen.
Sus siguientes actuaciones resultaron menos importantes, como en “Loca aventura” (2001), de Daniel Waters, “Bully” (2001), de Larry Clark, “Ghost World” (2001), de Terry Zwigoff o “The Jacket” (2005), de John Maybury. Su último largometraje fue “Los confidentes”, (2008) de Gregor Jordan, estrenada tras su fallecimiento.
Escena de "El cliente"
Escena de "Verano de corrupción"