Un día cualquiera de 2011, Brandwach se pone en contacto conmigo para enviarme un artículo original que puede ser interesante para los lectores del blog, por si quiero publicarlo. Rara vez acepto este tipo de colaboraciones, a no ser que sean muy interesantes y las firmen personas físicas. No obstante, estoy dispuesto a valorarlo.
Hasta aquí todo correcto, se trata de una acción con bloggers para construir imagen de marca, tener más notoriedad y dirigirse a tus clientes o usuarios potenciales a través de blogs de nicho.
La persona que se pone en contacto conmigo, es muy correcta y todo un profesional, y me remite un artículo interesante. Una vez leo el artículo, le respondo que no puedo publicarlo por dos razones: la primera porque lo firma Brandwatch y prefiero que esté firmado por el autor o autores; y la segunda porque no sé quien es esa empresa, ni cuál es su producto, ni lo que hace. Le propongo que me facilite una demo de la aplicación de monitorización de reputación online y cuando la vea, si es interesante interesante publicaré algo al respecto y de esta forma continuamos hablando.
Esta persona me contesta que ella no está autorizada para facilitarme esa demo y le explico que como he visto que en la web de la empresa te ofrecen una demo, la solicitaré por ese canal. Relleno el formulario correspondiente dando mis datos personales y una explicación sobre el por qué solicito la demo. En este último punto expongo que quiero probar el sistema de monitorización con mi blog.
¡Donde me he metido!. Me contestan de la parte comercial en Inglaterra, agradeciéndome mi interés pero recordándome que es una aplicación de pago y me adjunta las tarifas (algo elevadas) del servicio. Blogger mendigo ¿qué estas pidiendo? Con todo eso, respondo que mi interés no es adquirir la herramienta, que quiero probarla como dice en su web “Prueba ahora Brandwatch en acción, pida una demostración gratuita para ver como trabaja y lo que puede hacer por usted. “ e insisto en si me van a facilitar esa demo.
Pues la contestación fue todavía peor. No sólo me dijeron que no, si no que se despiden agradeciéndome mi compresión, porque esto lo hacen con un objetivo comercial y yo no voy a comprar el producto.
Llegados a este punto mi indignación es tal que les respondo que si van a ofrecer demos exclusivamente a los que vayan a comprar el producto, que lo pongan en su web porque están engañando a los interesados. Por supuesto les digo que cuando implante una herramienta de monitorización nunca trabajaré con ellos, prefiero irme con Radian 6.
La cosa parece de broma cuando recibo una explicación diciéndome que no nos hemos entendido, que la demostración es que comparten su pantalla conmigo para que vea como funciona pero no es acceso gratuito a la herramienta. Si es así, que lo dudo, ¿no pueden ofrecerlo desde el principio? ¿Tenemos que cruzarnos 5 emails? Pues no me lo creo, simplemente son torpes e interesados en social media y utilizan de forma errónea las posibilidades que este sistema les brinda. Directamente dejé de hablar con ellos y perder mi tiempo, del cual sólo me he guardado un poquito para dedicarles este post.
No puedes dirigirte a una persona por que te interesa y luego tratarla como un pedigüeño,¡ que se te ve el plumero!. Miedo me da como gestionan la reputación on line de sus clientes, pero ese es otro tema porque no pude ver si la herramienta que utilizan es buena o mala y mucho menos su trabajo.
Brandwatch o lo que no se debe hacer en social media