Para empezar aclaro que Brant no tiene nada que ver con Björk, la loquita islandesa con su música avant garde experimental y sus looks exóticos. Lo de Brant es bastante más común: es un rockero yankee de pelos largos y pinta de fumón. Ex miembro de Kyuss y Fu manchu (bandas pioneras del stoner rock de principios de los 90), acá se aleja de la onda metalera/stoner de sus inicios para entregarnos un disco de rock puro y básico, bastante simple en su concepción y ejecución (él toca todos los instrumentos además de co-producirlo). Riffs sencillos, sin tanta distorsión como el que hubiera tenido alguno de sus proyectos anteriores, pero muy sólidos y potentes, casi como si fuera una versión unplugged de esos inicios, pero que no es unplugged para nada.
Si pero no!