La depilación nos trae de cabeza a todas las mujeres (y cada vez a más hombres). Yo siempre he usado cera porque me parece un método eficaz y duradero, pero después de tantos años con la misma rutina sentí la necesidad de probar algo más rápido y limpio. La cera funciona, mas la preparación y el tiempo que conlleva me parecen un engorro, por no hablar de su ineficacia con el vello más corto. Si a eso le añadimos que el vello de las piernas me suele crecer rápidamente y para estar presentable las tengo que repasar cada dos semanas (sin exagerar), se hace patente que necesitaba un plan distinto. Evidentemente no me plateé pasarme a las maquinillas desechables ni a la crema, pues si cambiaba no pensaba ir a peor. Mi opción prioritaria era la depilación láser o la fotodepilación, pero el momento en que quería hacérmela coincidió con la crisis y, como tantas otras cosas, tuve que dejarlo para más adelante. Como no sabía cuándo podría llevarla a cabo, me decanté por comprar una silk-épil o depiladora eléctrica, que en principio parece ofrecer la rapidez y la pulcritud que echaba de menos en la cera.
No fue una decisión fácil: a algunos les parecerá poco dinero, pero gastar cien euros y pico de golpe para mí supone un desembolso importante. Además, me daba mucho miedo no acertar con el producto: nunca había tenido contacto con una silk-épil y mis únicas referencias eran las opiniones de Internet, que en general hablan bien del aparato pero se quejan del dolor que produce. Tampoco ayudaron mucho los comentarios de mi madre sobre una depiladora que tuvo hace mil años y que no arrancaba el vello, aunque por esta parte me sentía tranquila porque ha pasado el tiempo y por fortuna este tipo de máquinas han mejorado mucho. Finalmente, compré una hace unos meses y en este tiempo he podido evaluar su funcionamiento en numerosas ocasiones. Con este texto, además de opinar sobre mi silk-épil en particular, me gustaría resolver las dudas que tuve en su momento para que los futuros compradores puedan tener una buena referencia a la hora de tomar una decisión de compra.
1. Elegir la silk-épil adecuada
Cada vez somos más los que navegamos por la red en busca de experiencias personales sobre un determinado artículo. En el caso particular de la silk-épil, como no sabía prácticamente nada sobre su funcionamiento, enseguida tuve claro que debería documentarme a través de este medio: primero leí opiniones de esta página, y luego hice lo propio con foros y webs de belleza. Después de leer muchos comentarios, vi que Braun era la marca mejor valorada: ya sabía por dónde empezar a buscar. También me di cuenta de que la gente daba bastante importancia al número de pinzas y a la luz que la máquina lleva incorporada.Mi primera intención fue comprar una silk-épil de color rosa que ya llevaba algunos años en el mercado, puesto que la gente hablaba bien de ella y a mí me daba igual que no fuera la más moderna mientras cumpliera su función. Sin embargo, al ir a comprarla me encontré con que la habían dejado de fabricar y finalmente me decanté por la nueva versión de la misma, que me costó entre 110 y 120 euros (ahora debe de estar más barata). En aquel momento había otra silk-épil más novedosa que también se usaba para la cara, pero la descarté porque su precio era más elevado y por ahora no tengo interés en pasarme la máquina por el rostro.
Mi silk-épil sirve para
el cuerpo, es recargable y se puede usar en seco y mojado. A decir verdad, no tenía previsto usarla en la ducha, pero la versión en seco que había en la tienda era más antigua y tenía menos pinzas, y puestos a gastar me quedo con el formato mejorado aunque no utilice todas sus funcionalidades. Todo esto viene para decir que lo más nuevo no tiene por qué ser necesariamente la mejor opción para nosotras: hay muchos aparatos que traen complementos que en la práctica resultan innecesarios. Debemos valorar la funcionalidad y el precio, y a partir de ahí decidir cuál es la opción que más nos conviene.
2. Primer contacto con la silk-épil Xpressive 7381
La silk-épil se presenta en una caja que no conservo y en mi caso llevaba una crema facial de Olay de regalo (con lo que me costó no es para menos). Voy a explicaros punto por punto todo lo que contiene:- Lo que es la silk-épil en sí, un aparato blanco y manejable con los detalles de color turquesa.
- Dos cabezales con pinzas: uno ancho para las piernas y uno estrecho para axilas e ingles.
- Tres cabezales para poner encima de las pinzas: el normal para las piernas, y dos más finos para las zonas delicadas.
Como podéis ver, para montar la silk-épil debemos juntar tres partes: el aparato, el cabezal con pinzas y el cabezal protector. Encajan perfectamente, no se sueltan mientras nos depilamos y al terminar se separan con facilidad para poder limpiarlos y guardarlos sueltos.
- Cable: la máquina funciona de forma recargable, como un teléfono móvil. Se deja enchufada durante una hora y posteriormente la podemos usar sin cables de por medio. Muy cómodo.
- Un pequeño cepillo para limpiar los cabezales (aunque al poder usar la silk-épil en el agua, también la podemos lavar mejor).
- Bolsa de hielo para guardar en el congelador. Se recomienda ponerla encima de la piel unos minutos antes de la depilación.
- Un saco blanco de tela para guardarlo todo. Bastante práctico.
3. Funcionamiento
La tecnología utilizada por las máquinas de depilación eléctricas se basa en las pinzas, y en el caso concreto de esta silk-épil, en su momento tenía el mayor número de estas y, por lo tanto, se presupone que es la más eficaz (me imagino que ahora ya habrá salido una mejorada). Con el aparato montado, el funcionamiento es muy sencillo: hay tres niveles de intensidad (lógicamente, cuanto más alto sea el nivel más pelos arranca de una pasada) y una vez recargada la máquina tenemos que escoger uno girando una pequeña rueda que hay en el lateral del círculo turquesa. Es posible que al principio os sorprenda el intenso ruido que hace, pero todo es cuestión de acostumbrarse. Pasamos la silk-épil por las piernas (para hacer la zona de debajo de la rodilla es recomendable estirar la pierna) y a la hora de pasar a las ingles y las axilas cambiamos el cabezal. Una vez terminada la depilación, separamos las tres partes y limpiamos los cabezales con el cepillo —ya que es ahí donde va a parar gran parte del vello arrancado—. Lo guardamos todo en el saco y ya hemos acabado. Fácil, ¿verdad? La batería dura una hora, así que cuando la hayamos usado dos o tres veces podemos recargarla antes de recoger para tenerla lista para el próximo día.4. El proceso de depilaciónAntes de empezar la depilación nos recomiendan aplicar la bolsa de hielo en las piernas y dejarla reposar ahí durante unos minutos. Yo lo hice las primeras veces y es cierto que ayuda a reducir el dolor, pero con los siguientes usos cada vez me daba más pereza coger el hielo y opté por usar la silk-épil directamente sobre la piel. En el primer contacto duele un poco, pero es un dolor perfectamente soportable y al cabo de unos segundos la piel ya se ha acostumbrado. Había leído opiniones que decían que no podían aguantarlo, pero sinceramente no me parece para tanto. Al igual que ocurre con la cera: todo es cuestión de acostumbrarse.
Por otra parte, en algunas zonas se hace necesario pasar la máquina más de una vez para arrancar todo el vello (por mucho que tenga puesto el nivel máximo, siempre queda algo). No obstante, con un máximo de tres pasadas la piel queda libre de pelos y estupenda, por lo que es un método mucho más cómodo, rápido y eficaz que la cera. Destaco que la luz que lleva incorporada va muy bien para ver los pelos que nos dejamos, así se puede conseguir una depilación impecable.
En general, el proceso de depilación es sencillo, rápido y limpio. En quince minutos he terminado con las dos piernas (la zona de la rodilla para abajo), cosa que no puedo decir de la cera, ya que con este último método se tarda más, quedan restos de cera y rara vez se consigue una depilación impecable (entre otras cosas, porque el vello corto cuesta de arrancar). No tengo nada más que decir sobre la depilación con máquina eléctrica, de hecho destaco la comodidad que aporta: he pasado de sentir una gran pereza cada vez que tenía que depilarme, a coger la silk-épil y hacerlo en un momento. El producto me da exactamente lo que buscaba.
5. Resultados
Las piernas quedan perfectamente depiladas, incluso mejor que con la cera por los motivos que he comentado (la silk-épil arranca el vello corto y gracias a la luz del aparato podemos ver todos los pelos para no dejarnos ni uno). En poco rato puedes pasar de tener las piernas de un gorila a sentirte fina y limpia para lucir tus mejores modelitos. Además, lo bueno de la máquina es que no es necesario esperar a que crezca una cantidad considerable de vello para depilarnos: si vemos que han empezado a salir algunos pelos en una zona determinada, basta con coger la silk-épil y retocar en un momento.Lamento no poder daros información acerca de su efectividad en axilas e ingles. Sé que el cabezal para estas zonas es más delicado y estrecho para suavizar el dolor, pero aun así no me he animado a usar la máquina en estas zonas porque: a) las axilas es de las pocas partes del cuerpo que no me da pereza depilar con cera (lo hago con bandas de cera fría y en un minuto estoy lista), b) confieso que no soporto el dolor al arrancar el vello de las ingles y no me atrevo a pasar la silk-épil por ahí. De todas formas, yo creo que un producto de este tipo se usa sobre todo para las piernas, que son lo que más de la lata. Lo demás es complementario.
Cambiando de tema, al terminar la depilación aparecen los típicos puntitos rojos y diría que en más abundancia que con la cera (aunque esto puede deberse al hecho de que la cera que usaba estaba indicada para pieles secas y contenía aloe vera para hidratar más). En cualquier caso, con una buena crema hidratante el problema se soluciona y con dos o tres aplicaciones las piernas vuelven a estar suaves y perfectas. Si me lo permitís, os recomiendo la crema nutritiva con aceite de oliva de Deliplus: además de hidratar en profundidad y tener un precio asequible, a mí me proporciona una sensación de frescor y alivio al aplicarla que resulta especialmente agradable después de la depilación.
Hablemos ahora de la duración de la depilación. De entrada, tened en cuenta que a mí el vello de las piernas (de rodilla para abajo) me crece con bastante rapidez y ni siquiera con la cera conseguía mantenerlas en condiciones durante el tiempo prometido en teoría. Dicho esto, empiezo a notar que el vello crece a partir de las dos semanas, aproximadamente, exactamente igual que con la cera. No lo hace todo de golpe, en algunas zonas tarda más y gracias a eso puedo esperar una semana más para depilarme. Es posible que esto último se deba al hecho de que desde hace dos años utilizo un retardador del crecimiento del vello de Deliplus y, aunque de entrada estos productos parezcan un engañabobos, os aseguro que he notado sus efectos. También os doy un consejo: depilaos cuando se os vaya la regla o en los últimos días de la misma. Parece un cuento de la botica de la abuela, pero os aseguro que he notado que entonces tarda más en crecer (unas tres semanas) y tiene todo el sentido del mundo porque la cantidad de vello que tenemos está directamente relacionada a los procesos hormonales de nuestro organismo.
En definitiva, estoy muy contenta con los resultados obtenidos. El vello tarda lo mismo en crecer que con la cera (quizá algún pelo se corta en lugar de arrancarse, pero para nada es algo generalizado), y la silk-épil cuenta con la ventaja de ser un método de depilación rápido e higiénico. Además, la mía en particular se puede usar en la ducha (más limpio todavía) y es recargable, por lo que puedo depilarme en cualquier sitio de la casa con independencia de que haya algún enchufe cerca. Todavía tardaré en amortizarla porque su precio es elevado, pero estoy satisfecha con la compra y en ningún momento me he arrepentido de haberla adquirido.
6. Resumen: pros y contras
Aquí os dejo un pequeño resumen para los perezosos:Ventajas:
- Arranca hasta el vello más corto y deja las piernas impecables.
- La depilación es rápida, en un cuarto de hora he terminado con ambas piernas.
- Es un método de depilación limpio, no deja restos de nada en la piel.
- Las piernas me duran depiladas el mismo tiempo que con la cera.
- El dolor es perfectamente soportable y a los pocos segundos ya te has acostumbrado a él.
- Incluye cabezales específicos para ingles y axilas.
- Es recargable y puedes depilarte sin cables de por medio.
- Se puede usar en seco o en la ducha.
- Es muy fácil de usar, las instrucciones son claras y la máquina se monta y se desmonta en un momento.
Inconvenientes:
- Cuida menos la piel que la cera y al terminar salen muchos puntos rojos, pero no es nada que no se solucione con una buena crema hidratante.
- Su precio es elevado, aunque a la larga compensa.
- Hace mucho ruido.