Carbó defiende ante Regina Gómez - Pablo Romero / FEB.
Tiene un tono de voz suave y un discurso pedagógico y directo. “Nos han pillado totalmente solas. A ver si nos complicaremos lo que no hace falta complicarse”, advertía a sus jugadoras Anna Caula, enfadada por la reacción del Ciudad de Burgos, ejemplar por saberse sobreponer de un 38-21 en un tercer cuarto que acabó mucho mejor, 47-44. A pesar de su menor rotación, las visitantes dominaban el rebote y el ritmo gracias a la tenaz Laura Gil, recién nombrada Premio Promesa 2012 del diario As, el nervio de Allison y Anna Gómez y la chispa de Chumillas. Pero al Ciudad de Burgos le faltó que Cuevas sacase provecho de una antideportiva de Jordana -falló los dos tiros libres- y le sobró que justo después anotase Bravard desde la línea personal y que Carbó estuviese atenta para rebañar una pelota y asistir a Monroe. Dos jugadas que coronaron a la pareja interior del Uni Girona, imparable en un último cuarto en el que las locales recuperaron su juego alegre y aseado para acabar ganando por 66-53 y acercarse a participar a una Copa de la Reina que aspira a organizar en Fontajau.“Cuando peor se nos han puesto el resultado el equipo ha estado sereno y paciente”, resaltó Caula, que dejó claro que para el club sería “un éxito” alcanzar el torneo copero como segundo cabeza de serie y, por tanto, –y aunque no lo dijo– tener un cruce de semifinales más accesible. En todo caso sería un nuevo paso adelante para un club que no deja de crecer y que el curso pasado debutó en la Copa inquietando al Perfumerías Avenida a pesar de haber llegado a perder por más de 20 puntos y acabar cediendo por cuatro. A pesar de la renovación de la plantilla, el Uni Girona conserva la filosofía que saber transmitir su entrenadora, capaz de que sus pupilas no den las cosas por perdidas y de protagonizar minutos brillantes como los del segundo cuarto. Un período en el que las locales, apuntaladas por Feaster y Jordana, minimizaron a un rival que veía la pelota cuadrada, pero que no se vino abajo pese a verse tan debajo en el marcador. Supo sacar pecho y jugar con la cabeza el Ciudad de Burgos –“si alguien se equivoca nos equivocamos todos”, instó Miguel Ángel Ortega, técnico visitante– para estar a punto de remontar un partido que acabaron por cerrar Bravard, imprescindible en los momentos más grises de su equipo, y Monroe, la más regular de un partido que deja al Uni Girona cerca de la Copa de la Reina.