Hace tiempo que quería incarle el diente a la última de las series que está siendo la delicia de los blogueros y twitteros. Hablo de "Breaking Bad", de la cadena norteamericana AMC (mi primera serie de esta cadena por cable).
Si eres de los pocos que no se ha puesto con ella, y no sabes de qué va, te haré un pequeño resumen: Walter White (Bryan Cranston), es un profesor universitario de 50 años que está casado con Skyler (Anna Gunn), y son padres de Walter White Jr. (RJ Mitte), que sufre parálisis cerebral. Además, están esperando su segundo hijo. Cuando a Walter le diagnostican cáncer de pulmón decide asegurar el bienestar económico de su familia aliándose con su antiguo estudiante Jesse Pinkman (Aaron Paul) al abrir su propio laboratorio de metanfetamina, aunque tras su primera experiencia en común la vida de Walter ya no será la misma. Sin olvidarme de Marie Schrader (Betsy Brandt) y Hank Schrader (Dean Norris) que son la hermana de Skyler y su marido, que trabaja en la DEA, por lo que ya podemos imaginarnos los conflictos familiares que vamos a presenciar.
Así es como empieza la última revelación seriéfila, que ha llevado a su actor principal a ganar dos veces el Emmy como mejor actor en serie de drama, además de llevarse los dos últimos Satellite Awards en la misma categoría (siendo además, la serie, elegida como el mejor drama del año 2009).
He visto los tres primeros episodios de su primera temporada, y ya pongo a bajar la segunda y la tercera, porque este verano espero disfrutarla de comienzo a fin. Muchas han sido sus comparaciones con Weeds (el tema de fondo, a fin de cuentas, es el mismo) aunque yo también le veo cierto parecido con Dexter (sobretodo tras el final del 1x03). Así que, comparándola con dos de las series que más disfruto en estos momentos, no me queda ninguna duda en cuanto a lo que me va a gustar mi nueva adquisición.