GLIDING OVER ALL
CRYSTAL BLUE PERSUASION (Contiene spoilers)
Último capítulo y última review del año de Breaking Bad y tenemos que hacernos dos preguntas importantes. ¿Ha estado a la altura de la serie? Sí. ¿Ha sido un final mejor que el de la cuarta temporada? No. Pero es que nadie podría superar un capítulo tan perfecto y cargado de acción como aquel. En la cuarta teníamos a un malo al que cargarnos, pero esta vez el malo es Heisenberg y de él ha sido toda la temporada.
Los segundos previos a la cabecera de la serie me han tocado especialmente la fibra sensible porque es un guiño a unos de mis capítulos favoritos de la serie, Fly. Ver a Bryan Cranston comiéndose la pantalla con la simple trama de matar a una mosca es algo que siempre me quedará marcado. Toca retomar el acontecimiento que todos sabéis deshaciéndose del cadáver de Mike cuando justo en ese momento aparece Jesse en escena interrumpiendo. Su labor en el grupo ha terminado y Walter se lo deja muy claro: se cargará a los nuevo hombres de Mike él solito.
La charla con Lydia toma un giro inesperado para él: le da los nombres y una oferta de expansión de su blue meth a la República Checa, donde escasea un buen producto. Desde luego la chica tonta no es tocando en su punto débil: las ansías de poder. Así que Walter se guarda ese famoso cigarrilo con ricina que llevaba en secreto a la reunión. La forma en la que lo esconde me hizo pensar en lo meticuloso que es y lo imposible que resultaría que alguien le pillase... Por eso no puedo esperar a hablar del final del capítulo, pero primero debemos hablar de los mejores momentos del capítulo: los 2 minutos de asesinatos en la cárcel perfectamente sincronizados al más puro estilo Michael Corleone y la canción Crystal Blue Persuasion (bravo por la selección del tema, mejor imposible) sonando mientras el negocio prospera.
Y aquí otro MOMENTAZO en el que no puedo parar de alabar la evolución de Aaron Paul como actor. Heisenberg visita su casa y Pinkman pone posiblemente la cara de miedo más realista que he visto en televisión. Mantienen una conversación recordando viejos tiempos (y hay 3 guiños al pasado en el capítulo) y se marcha anunciando en regalito que le espera fuera. Pagaría lo que fuera por saber qué pensaba exactamente que era cuando vio la bolsa de dinero. Brillante escena.
Pocos minutos quedan para acabar el capítulo, la familia White está cenando tranquila, Walter lo ha dejado, reina la paz y nosotros nos estamos preguntando dónde queda el típico final de Breaking Bad dejándonos con la boca abierta... cuando de repente se enfoca a Hank sólo en el baño. Y ya nos tememos lo peor. Buscando entre revistas, ojea un libro, abre la primera página y... Pelos de punta. Dedicatoria de Gale a W.W, libro que si no recuerdo mal, le regaló él mismo en la tercera temporada. Me quedo sin palabras para poder describir la cara de Hank y ese flashback de un momento que todos conocemos “You got me.” Esto era algo que tenía que pasar, pero bravo a los guionistas por hacer que haya sido por una casualidad. Cambiará completamente el rumbo de la serie en los ocho capítulos restantes, y creo que ya sabemos de quién huirá Walter en su 52º cumpleaños.
Nos vemos en julio del 2013, Heisenberg.