Breiðdalsvík es un pequeño pueblo con muy poquitas casas pero muy visitado por los amantes del senderismo, la pesca y la observación de aves.
Para llegar hasta él una vez dejamos atrás el Lago Lagarfljót nos metemos en un macizo montañoso y vamos descendiendo por carreteras de gravilla suelta por el Valle de Breiðdalur.
El Valle de Breiðdalur es el más ancho y grande del Este de Islandia y es impresionante ir por esta zona del país. Paisajes prácticamente vírgenes rotos por el trazado de la carretera nos acompañan durante una hora de camino.
La verdad es que este día llovía y la carretera tenía algún agujero que había que ir esquivando pero como aventura nos encantó.
Ya llegando al mar, a Breiðdalsvík, el valle se ensancha y a los lados del coche tenemos postales como esta
Por fín llegamos a nuestro destino, Breiðdalsvík.
Aprovechamos lo que queda de luz para pasear por el pueblo aunque creemos que por la época del año, Octubre, no había mucha gente.
Ya va siendo hora de descansar y nos vamos hacia esa casa azul, nuestro hotel, ya hablaremos de él.
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