Breve comentario y reflexión sobre el artículo de David Kaplan y Robert A. Manners "Antropología: métodos y problemas en la formulación de teorías"

Publicado el 25 febrero 2014 por Víctor Barrera Alarcón
David Kaplan y Robert A. Manners“Antropología: métodos y problemas en la formulación de teorías”Del mismo modo que el otro día (Breve comentario y reflexión sobre la antropología funcionalista y el artículo de Radcliffe-Brown: "Sobre el concepto de función en la ciencia social"), hoy vuelvo a compartir mi opinión sobre un artículo que he leído y que ha llamado mi atención. Se trata de un texto de Kaplan y Manners bastante teórico donde se plantean los principales problemas a la hora de la elaboración de las diversas teorías.Podemos comenzar afirmando que el texto se centrará en la teoría dentro del campo de la antropología principalmente, tal y como nos introduce su título, tratando de responder a preguntas como qué es la antropología, cuál es su campo de acción, cuáles son sus principales métodos de trabajo y los diversos problemas a los que han de enfrentarse quienes la practican.Los autores comenzarán su discurso tratando de responder a la cuestión del alcance de la antropología, su campo de acción. De éste destacarán como principal característica su enormidad debido principalmente a dos razones: La primera estaría relacionada con la gran extensión a abarcar en sus estudios, ya que la antropología estudia culturas de todos los lugares y épocas, y  la segunda estaría relacionada con la profundidad en los estudios de esas culturas, ya que un buen estudio antropológico tratará de comprender tópicos como las relaciones de parentesco, la organización de la sociedad, la política, la ideología, la economía…No obstante y pese a este gran campo de acción que posee la antropología, los autores destacan dos temas principales por los que suelen estar interesados quienes la practican: El funcionamiento de los diferentes sistemas culturales y la evolución de estos hasta llegar a ser lo que son. Tal y como podemos apreciar, estas dos cuestiones están centradas en las diferencias entre las culturas, no obstante, Kaplan y Manners añadirán que no es sólo en las diferencias donde la antropología debe centrarse:“El problema central de la antropología es, entonces, la explicación de las semejanzas y las diferencias, de la continuidad y del cambio cultural en el tiempo.”[1]Poco después introducirán una breve definición del concepto de cultura, la cual será el conjunto de diversos órdenes institucionales o subsistemas. Es decir, la cultura será un amplio sistema que englobaría en su interior un conjunto de subsistemas de una dimensión menor, ya sean ideológicos, socioestructurales, tecnoeconómicos…Otro punto interesante que tratan los autores del texto es la distinción entre el relativismo, que concibe que cada cultura es una configuración única y que, por lo tanto, hay que estudiarla como un todo, y la comparación, que habría aceptado la premisa de la unidad psíquica de la humanidad según Kaplan y Manners.Sin duda alguna queda perfectamente reflejado en el texto que ambos autores se decantan con una mayor fuerza por una metodología más comparativista que relativista, dando a entender de esta última que se trata de un método imperfecto al centrarse en las diferencias entre las culturas, y llegando a decir de ella que más que una posición ideológica se trataría de un precepto metodológico. Sin embargo, la metodología comparativista se interesaría por las diferencias entre las diversas culturas, al igual que los relativistas, pero también en las similitudes innegables que presentan muchas de ellas. Cerrarán el tema con una afirmación a favor de la comparación en la antropología:“(…) los antropólogos no pueden evitar hacer comparaciones interculturales, ya sea consciente o inconscientemente.”[2]Avanzando en la lectura del texto nos encontramos con la problemática de la definición de teoría. En esta parte, los autores exponen la definición de la teoría, así como la función que ésta posee.Para Kaplan y Manners la teoría es un tipo de generalización, entendiendo ésta por una proposición que relacione dos o más clases de fenómenos entre sí. Pero no debemos confundirla nunca con una generalización empírica, entendiendo éstas por las encargadas de clasificar las regularidades de la naturaleza. Pese a no tener que confundir la teoría con la generalización empírica, hemos de comprender que una depende de la otra en el sentido de que si bien la segunda es, como hemos mencionado con anterioridad, la encargada de clasificar las regularidades de la naturaleza, la primera es la que nos dice por qué existen dichas regularidades. Si bien la teoría presenta una característica que no se da en las generalizaciones empíricas y que podemos considerar un problema, su grado de abstracción. Debido a que las teorías son mucho más abstractas que las generalizaciones empíricas se confirmarán o de desconfirmarán de una manera más indirecta.Para evitar confusiones los autores del texto ponen un ejemplo muy simple para poder diferenciar claramente lo que sería una teoría de lo que sería una generalización empírica:- Teoría o Generalización: Todas las sociedades humanas estudiadas y de las que tenemos constancia hasta el momento, tienen el tabú del incesto.- Generalización Empírica: Todas las sociedades humanas tienen el tabú del incesto.Del mismo modo que buscan una definición para el concepto “teoría”, también tratan de buscar su correcta función, la cual debe de ser mayor que un mero resumen de los datos, una teoría debe: Explicar los hechos ya conocidos, así como abrir nuevas perspectivas que puedan conducir a los investigadores a nuevos hechos. Uno de los últimos temas que destacaremos será el apartado donde se plantea la relación entre la teoría etnológica y el hecho etnográfico, más concretamente en la visión que normalmente se ha tenido de ambos y las características por las que se han diferenciado. Según los autores, la etnografía siempre ha sido vista como la encargada de la recogida de la información, de los datos y de la observación de los hechos, es decir, siempre ha sido visto como algo empírico. Por otro lado, la etnología se ha dedicado a las labores de teorización basada en las observaciones y en los datos recogidos por el trabajo de campo etnográfico, es decir, siempre ha sido vista como algo especulativo y sujeto a los caprichos de una opinión cambiante. No obstante, y estando muy de acuerdo con Kaplan y Manners, afirman más adelante que esas “históricas diferencias” entre la etnografía, objetiva, y la etnología, subjetiva, pueden no ser tan grandes como parecen ya que, de acuerdo con las afirmaciones de muchos psicólogos sociales expondrán:“(…) que todas nuestras observaciones son selectivas en relación con algún punto de vista, con alguna posición teórica, o con algún sesgo (…)”[3]Es decir, esa etnografía objetiva se basa en la descripción de una serie de observaciones realizadas por un sujeto con alguna posición teórica o con algún punto de vista, por lo tanto, se puede hablar de cierta subjetivididad en todas las observaciones etnográficas, hasta en las que puedan parecernos más objetivas.


[1] KAPLAN, D. y MANNERS, R.; Introducción crítica a la teoría antropológica; México; 1979; p. 21[2] KAPLAN, D. y MANNERS, R.; Introducción crítica a la teoría antropológica; México; 1979; p. 30[3] KAPLAN, D. y MANNERS, R.; Introducción crítica a la teoría antropológica; México; 1979; p. 50