La crítica literaria tiene en los suplementos culturales su versión clase business, mientras que reserva para las contraportadas y solapas de los libros un carácter más bien de viaje organizado. A mí, desde hace tiempo, lo que me van son los blogs, por su espíritu mochilero. (No podréis decir que no me he currado el símil, ¿eh?). En los dos primeros casos, se nos ofrece un irresistible viaje por el maravilloso mundo de los lugares comunes, y no he podido resistirme a recoger aquí y comentar algunos de ellos que harían las delicias de Flaubert.
(Y por favor, que nadie se enfade si se reconoce en uno de ellos; los clichés están para usarlos, y yo soy el primero cuya escritura está plagada de tics).
deliciosa: suele utilizarse este adjetivo al hablar de novelas breves, bien escritas, sin aparentes grandes pretensiones, con personajes entrañables y que hacen que te sientas bien con el mundo.
novela coral: dícese de la novela con muchos personajes. Este término apareció hace unos 15 o 20 años, así que la pregunta es obvia: ¿qué expresión se utilizaba antes para referirse a Guerra y Paz, Manhattan Transfer, Los Miserables...?
Nota: hace unos días leí que el Barça hace fútbol coral.
Proust y Joyce: uno de mis favoritos. Se recurre a estos autores, a los que puede añadirse Musil en caso de urgencia, cuando estamos ante una novela larga y sesuda, llena de monólogos y que recrea toda una época, preferentemente situada en Europa. Pueden ser novelas corales, pero raramente serán deliciosas.
Proust y Joyce, versión Arguiñano: una variedad del anterior. Aquí la gracia está en combinar características de diferentes autores como si se tratara de una receta. Tiene la ventaja de que no hay límites en cuanto al tipo de autores. Ejemplo: "la profundidad de Mann mezclada con la sensibilidad de Woolf, servidas en un argumento de Borges y sazonado con la ironía de Vila-Matas..."
universos: cuando un autor tiene un estilo muy marcado, acostumbra utilizar los mismos personajes, o sitúa sus historias siempre en el mismo escenario, sea éste real o ficticio, diremos de él que "ha creado un universo propio".
novela de ideas: novela de escaso argumento y grandes dosis de Hegel, Kant y marxismo.
lleno de matices: entiéndase lo contrario de "plano"; también sinónimo de "complejo" o "impredecible". Así, cuando tenemos un personaje que en una página dice "coño" y "joder", y en la siguiente pide un café "por favor", diremos de él que es un personaje lleno de matices.
kafkiano: dícese del relato en el que suceden cosas raras con pétreos burócratas de por medio.
tour de force: me pregunto cuánto tardaremos en importar esta expresión. Se utiliza mucho en las publicaciones anglosajonas, y viene a querer decir "novela larga y complicada".
me cambió la vida: éste no aparece en la crítica profesional, aunque sí podría hacerlo en una contraportada, en forma de "este libro le cambiará la vida". Digámoslo claro: la literatura puede cambiar una vida. Leer puede cambiar una vida. Los libros pueden cambiar una vida. Pero UN libro no puede cambiarte la vida. Me temo que las únicas personas que aseguran que sí es la gente que no lee mucho. De hecho, siempre que la he oído, la frase completa era "uy, oh, ah, a mí El Alquimista, de Paulo Coelho, me cambió la vida".