Breve historia del Confucianismo

Por Joaquintoledo

Así,  desde el modo más pequeño de organización social: la familia, hasta el más complejo como el Estado, encuentra la paz, prosperidad y dichas adecuadas. Y no sólo eso, sino también el mundo. Así se crea un camino al cielo… Ahora debemos tratar otro término confuciano, llamado “jen”, el cual habla acerca de la humanidad. Para Confucio esta es naturalmente benigna, pero está determinada por la educación. Es decir hay que “cultivar” el jen o sea la humanidad, la cual nace buena. Estos principios de este gran pensador han quedado grabados en generaciones de chinos, y sus remanentes se siguen viendo hasta el día de hoy.

El apoyo del estado y la transformación en religión

El Confucianismo tuvo más despegue, con la partida de su creador. Durante la dinastía Han, la nobleza gobernante halló gran interés en sus enseñanzas, y así vio el modo de asentarse bien en el poder. El emperador Wu Ti convirtió el confucianismo en un culto estatal. Pronto los confucianos ocuparon gran parte de los puestos públicos, la educación se basó en los principios de esta filosofía, se generaron ritos, surgieron lugares de devoción, etc. En el año 630 d.n.e., durante la dinastía Tang, el emperador Tai Tsung ordenó construir un templo en honor a Confucio en cada provincia del imperio, con ceremonias, ritos, sacrificios y toda la pompa pertinente. Así prácticamente el confucianismo y su creador, Confucio, empezaron a ser adorados como dioses, como en algún momento Buda o los taoístas también. Otro dato curioso es que el confucianismo tiene textos. Así los Cuatro Libros, a propósito ya citados, y recopilados hacia fines del siglo XII d.n.e., aprox., son:

-La gran sabiduría o Ta Hsueh, el cual era estudiado por los niños en China, era la base de toda educación.

-En segundo lugar tenemos La doctrina del justo medio o Chung Tung, un tratado el cual justamente habla de cómo la naturaleza humana debía desarrollarse pero moderadamente, generando un control sobre sí misma desde temprana edad.

-Tercero; estas son las citadas Analectas o Lun Yu, las cuales son una colección de dichos confucianos, los cuales generan un rápido acercamiento al pensamiento de este filósofo chino.

-Finalmente, tenemos a El libro de Mencio o Meng-tzu, los cuales son escritos, dichos, referencias y legado de Meng-tsé, más conocido como Mencio, uno de los más distinguidos seguidores y discípulos de Confucio.
Además de estos Cuatro Libros, también contamos con los llamados “Cinco Clásicos” (algunos cuentan un total de seis si se considera también al Libro de la Música):

-En primer término tenemos al Libro de las odas o Chi-King, los cuales recolectan algo más de 300 poemas que hablan acerca del estilo de vida entre el 1000 al 600 a.n.e.

-En segundo lugar está El libro de la historia o Chu-King, el cual justamente habla acerca de la historia de China desde la dinastía Sang (hacia el 1760 a.n.e.).

-Después tenemos al Libro de los cambios o Yi King, el cual contiene interpretaciones y adivinaciones.
-En cuarto lugar está El libro de los ritos o Li Kin, que contiene toda una amalgama de ritos y ceremonias, así como su respectivo procedimiento.

-Finalmente, están los Anales de la primavera y el otoño (Chunt Siu).

Al igual que el taoísmo, a partir del surgimiento de los nacionalistas y comunistas en China, hacia 1911, el confucianismo ha sido perseguido. Pero a pesar de toda la crítica, que van desde machismo hasta el favorecimiento de un régimen feudalista con tendencia al esclavismo. Es quizá normal esa reacción, la cual se recrudeció con la llegada del partido rojo de China al poder, pero a decir verdad, las costumbres y tradiciones impulsadas por el confucianismo (además del taoísmo), están tan arraigadas a la vida cotidiana de los chinos, que en ocasiones, es difícil tratar de quitarlas, y en efecto, muchas han sobrevivido hasta hoy en día. Por ejemplo en el pueblo natal de Confucio, a pesar de la represión del gobierno y el ateísmo que impulsa, se mantiene el templo a este gran hijo de China, conocido universalmente. En otros lugares de Asia, tales como Taiwán o hasta Singapur, las alabanzas hacia él, no son pocas.