Si hay una eternidad entre el origen del universo y el presente, es imposible que hayamos llegado a día de hoy, pues lo eterno es infinito e intransitable en toda su extensión. Mediando una distancia infinita entre A y B y entre B y C, tan absurdo sería sostener que hemos llegado a B desde A como que hemos llegado a C desde B. Por tanto, no es menos absurdo decir que el presente existe, siendo el pasado infinito, que afirmar que existe un fin temporal del universo, lo que contradice su eternidad "ad futurum".