Dicho ésto me surgen varias conclusiones: - Los equipos se estructuran respecto a una idea. En este sentido, ya desde la época en la que el Madrid comenzó a fichar jugadores-empresas, el equipo está desestructurado ( Raúl llegó a jugar en la banda para dejar paso a Ronaldo; Zidane y Beckhan lo hicieron de mediocentro; ahora tienen 24 mediaspuntas...). El Madrid está obligado a tener los mejores jugadores del mundo pero el mejor en cada uno de sus puestos, no tener que recolocar a un extraordinario mediapunta en otra posición porque en ese caso ahí no es el mejor del mundo. Urge que se planteen la figura de un director deportivo con plenos poderes y que el Presidente y Directiva se ocupen solo de comandar ese trasatlántico. - En el Camp Nou han jugado los centrocampistas en su sitio y los delanteros en el suyo por lo que, por norma general, los jugadores están más cómodos y rinden más. - Algún entrenador debe sentarse con Sergio Ramos para ver vídeos de sus actuaciones y explicarle que no puede caer continuamente en la tentación juvenil de la no lectura de la anticipación-entrada-interceptación. Ya tiene una experiencia como para estar preparado para estas acciones. - El Madrid estuvo colosal en la interpretación y ejecución de las transiciones defensa-ataque y el Barça lento y desconcentrado en esta transición ataque-defensa.
Por cierto, me gusta catalogar a los futbolistas respecto al juego (dejo fuera de este análisis los atributos individuales de cada uno) como entendedores del juego, buenísimos ejecutores del juego y excepcionales jugadores (aglutinan los dos aspectos anteriores). En este sentido digo que Benzema no sólo es un excepcional jugador sino que pagaría por sólo verlo moverse por el campo.