Brian De Palma pertenece a la generación de directores que revolucionó Hollywood y entre los que se encuentran Martin Scorsese, George Lucaso Steven Spielberg, y ha sabido conjugar como nadie el paso de un cineunderground a las propuestas más comerciales, además de haber tenido que aguantar durante toda su carrera comparaciones que, si bien siempre han tenido una base (por todas las influencias adquiridas y los sobrados homenajes realizados), muchas veces le han impedido dar el salto definitivo hacia su propio estilo antes de tiempo.
El primer largo de De Palma se tituló The Wedding Party y aunque se fecha en 1969, el año de producción es 1963. La película es una comedia que cuenta entre sus protagonistas con Robert De Niro (que estaba cerca de convertirse en uno de los actores fetiche de su amigoMartin Scorsese) y que pondría el nombre de De Palma entre la nómina de directores dispuestos a dar nuevos brios al cine norteamericano (pueden darle un vistazo a la estupenda reseña de Andrés Daly en su blog 35 milímetros).
Esos nuevos aires los dejó patentes en sus siguientes películas Murder a la Mod y Greetings (1968), ambas con un estilo muy cercano a lanouvelle vague francesa, cuyo mayor referente se encontraba en Jean-Luc Godard, y al cine independiente de John Cassavetes.
Un año después llegaría ¡Hola, Mamá! (Hi, Mom!,1969), donde, además de mantener el espíritu de Godard y otros directores de la nueva ola francesa como François Truffaut, ya aparecen los primeros ecos haciaAlfred Hitchcock, concretamente hacia La Ventana Indiscreta (Rear Window, 1954), clásico que retomaría en Hermanas (Sisters, 1973) yDoble Cuerpo (Body Double, 1984), y hacia Michelangelo Antonioni y su película Blow-Up, deseo de una mañana de verano (Blow-Up, 1966), film al que De Palma volvería con su particular visión en Impacto (Blow Out, 1981).
Dispuesto a convertirse en abanderado del cine underground y, ciertamente, extraño, en 1970 apareció Dionysus in 69 (co-dirigida conRichard Schechner) y Get To Know Your Rabbit (1972), otra comedia satírica en la línea de Greetings y ¡Hola, Mamá! que fue el preludio a una serie de películas que auparían a De Palma a lo más alto.
Hermanas (Sisters, 1973) es la primera y más clara referencia de De Palma al universo de Alfred Hitchcock. No sólo porque es la primera colaboración entre el director y Bernard Herrmann (compositor fetiche de Hitchcock), sino también porque la película termina siendo un cruce entre Psicosis (Psycho, 1960) y La Ventana Indiscreta (Rear Window, 1954). Su primera media hora parece que nos quiere introducir en una especie de comedia (como ocurriera en Psicosis y su mcguffin del robo del dinero por parte de Janet Leigh y su posterior huída en plan road movie), y contiene algunas escenas marca de la casa como la del asesinato que se alarga en el tiempo con esa referencia, de nuevo, a la escena del crimen en la ducha de Psicosis. Además, De Palma, utilizaría, ya a lo grande, el recurso de la multiplicación de la pantalla (el split screen, sobre el que volverá en la mayor parte de su filmografía).
La película está compuesta por una mezcla de géneros para dar forma a un musical de rock, en el que regresa a algún que otro homenaje aPsicosis, y en el que el detalle de la pantalla multiplicada vuelve a estar presente.
El Fantasma del Paraíso dio paso a la segunda y más clara referencia a Hitchcock, esta vez con Fascinación (Obsession, 1976) una personal visión de De Palma de la película Vértigo (Vertigo, 1958).
En efecto, Fascinación termina siendo una película en la que están presentes los rasgos de De Palma y una relectura del clásico deHitchcock, tanto en la forma como en el fondo, desde la partitura (otra vez obra de Herrmann), hasta el tratamiento del color, firmando una de sus películas más exitosas y reconocidas hasta la fecha y en la que se confirma como un verdadero manipulador del espectador.
Vestida para matar (Dressed to Kill, 1980) se convertía en otro de los grandes films de De Palma, que se metía de lleno, otra vez, en la revisión de Hitchcock aunque de una manera mucho más personal si cabe.
En esta ocasión no sólo Hitchcock está presente, sino que De Palma se permite ya el lujo de homenajearse así mismo, convirtiéndolo en otra de las constantes de su filmografía. Así, Vestida para Matar se inicia de igual forma que lo hacía Carrie (una mujer en la ducha) y centra gran parte de su metraje en la mirada, en escenas virtuosamente filmadas (como en la que Nancy Allen ve quien comete el crimen en el ascensor) y repetidas miradas hacia Psicosis y Vértigo (el paseo por el museo), para volver de nuevo la vista a sus películas más recientes (final a lo Carrie). Del mismo modo, comienza a juguetear (y cada vez más en serio) con el tema de los dobles, ya presente en algunas de sus películas anteriores pero que en Vestida para Matar (y más tarde enDoble Cuerpo o Femme Fatale) se convertiría en una cualidad obsesiva de una parte de su filmografía.
De Palma ya tenía prácticamente una carrera forjada y estaba cerca de comenzar a firmar sus más reconocidas películas. Sus ansias de revisión bajo su personal prisma le llevaron a un nuevo reconocimiento internacional y al aplauso de crítica y público.
Y no es extraño que le llegara ese reconocimiento con un "remake" al más puro estilo depalmiano.
Con El Precio del Poder (Scarface, 1983) De Palma ponía el listón muy alto. La película está dedicada a Howard Hawks y Ben Hecht y no es por casualidad. El Precio del Poder es una revisión del film original de 1932 Scarface,dirigida por Hawks y guionizada por Hecht, una de las referencias por excelencia del cine de gángsters y que contaba el ascenso y caída del mafioso Tony Camonte. En la película de De Palma,Al Pacino da vida a Tony Montana, un emigrante cubano que llega a Miami y pronto se convierte en uno de los jefes de la droga. La película se convierte en todo un proyecto a lo grande de De Palma, de la mano de un espectacular Al Pacino que, de principio a fin (con ese letrero de "The World is Yours") y durante casi tres horas, despliega todo su arsenal como director, convirtiendo a El Precio del Poder no solo en una revisión de un clásico para ponerse a aplaudir, sino en una película imperecedera, que ya forma parte del cine de gángsters, género que De Palma retomaría con Los Intocables de Eliot Ness (The Untouchables, 1987) y Atrapado por su Pasado (Carlito's Way, 1993), prácticamente una segunda parte de El Precio del Poder.
Tras 'El Precio del Poder', Brian De Palma firmaba 'Doble Cuerpo'(Body Double, 1984). De nuevo, De Palma volvía al revisionismo u homenaje (póngase cualquier calificativo) del maestro Hitchcock deteniéndose de nuevo en dos de sus películas más significativas (y no era la primera vez): 'Vértigo' y 'La Ventana Indiscreta'.Quizá sea esta una de las películas más criticadas y discutidas de De Palma por cuantos homenajes rinde al maestro despreocupándose totalmente de imprimirle un toque mucho más personal. Visión depalmiana que, por cierto, ya había fraguado considerablemente en sus anteriores películas pero que aquí, se basó en un par de travellings, otros movimientos de cámara y algunas dilataciones del tiempo propias de su universo. Pero en definitiva todo el suspense que pueda generar la trama (los dobles están muy presentes en su filmografía) se quedan básicamente en nada. A destacar la presencia de una despampanante Melanie Griffith en el papel de actriz porno, una total desconocida por aquel entonces.'Wise Guys' (1986) fue la siguiente película de su filmografía y, sencillamente, la peor de todas. Se queda en un divertimento del director, que se adentra en el género de la comedia más clásica para parodiar el cine de gángsteres, con Dany DeVito como protagonista.
Basada en la serie del mismo título producida por la ABC entre 1959 y 1962, la película contó con un presupuesto multimillonario con respecto a sus dos anteriores cintas (de bajo presupuesto y con actores prácticamente desconocidos) y contó entre el elenco de protagonistas con Kevin Costner, Sean Connery, Rober De Niro y Andy García.
Narrando como nadie la lucha entre el agente del Departamento del Tesoro Elliot Ness contra el mafioso Al Capone en la época de la Ley Seca, la película contiene algunas de las escenas más famosas de la filmografía depalmiana. A citar la del asesinato de Connery en su casa y, sobre todo, la del tiroteo en la Union Station, homenajeando al clásico 'El Acorazado Potemkin' (Bronenosets Potiomkin, S.M. Eisenstein, 1925), con ese carro cayendo por las escaleras.
Con 'Los Intocables de Elliot Ness', De Palma volvía a firmar otra película claramente suya en la forma y los modos pero también dirigida al éxito comercial, que repetiría con otros productos suyos como'Misión Imposible', un ejercicio de virtuosismo y clasicismo pero con una clara dirección a reventar las taquillas.
Tras el éxito de la película, Brian De Palma reunió de nuevo un elenco de caras conocidas entre los que destacaban Sean Penn y Michael J. Fox. Su nueva película giró en torno a la cruenta guerra de Vietnam y se tituló 'Corazones de Hierro' (Casualties of War, 1989), basada en un artículo sobre las atrocidades de la guerra aparecido en un periódico norteamericano, y que guionizó David Rabe. Narraba la historia de un grupo de cinco soldados estadounidenses que irrumpían en una aldea, raptaban a una joven y la violaban. Con un realismo inusitado y un tratamiento de la guerra cercano a grandes películas bélicas con Vietnam como telón de fondo, De Palma firmaba no sólo una película interesante y personal, sino que también un título a considerar dentro del género de películas de guerra. El realismo y la visión de la guerra que se da en 'Corazones de Hierro' sería bastante polémico, y De Palma retomaría ese tipo de cine reflexivo y moralista tiempo después con 'Redacted' pero centrándose en la guerra de Irak.
Pero no todo iban a ser alabanzas para De Palma. Con dos éxitos seguidos le llegaría el momento del pinchazo. 'La Hoguera de las Vanidades' (The Bonfire of Vanities, 1990), era la adaptación de uno de los best-sellers del escritor Tom Wolfe de 1987 y que el público y la crítica masacraron sin piedad. Con Tom Hanks, Melanie Griffith y Bruce Willis en el elenco, la película narraba la historia de un broker de Wall Street con todo en la vida que una noche, confundiéndose de salida en la autopista, va a parar al Bronx y atropella a un hombre de raza negra. La película carecía del ritmo que Wolfe imprimía a su novela y el virtuosismo de De Palma prácticamente desaparecía del film, dando más importancia a la increíble historia de un hombre que pasa de tenerlo todo a no tener nada.
La siguiente película de De Palma correría la misma suerte que 'La Hoguera de las Vanidades'. 'En Nombre de Caín' (Raising Cain, 1992) es un thriller psicológico interpretado John Lithgow, Lolita Davidovich y Steven Bauer y que nos volvía a ofrecer al De Palma más comedido en cuanto a presupuesto y careciendo de elencos conocidos.
En la película, De Palma retomaba uno de los temas recurrentes en su filmografía, el de los dobles, que ya había tratado en 'Fascinación','Vestida para matar' o la anteriormente citada 'Doble Cuerpo'. En esta ocasión (y, evidentemente, no vuelve a ser la primera) De Palma vuelve a echar mano del imaginario de Hitchcock y concretamente de'Psicosis', pero también homenajea a 'El Fotógrafo del Pánico'(Peeping Tom, Michael Powell, 1960). Otra vez, De Palma tiene una buena historia que se pierde entre lo enrevesado de su pirotecnica visual y en el criticable recurso de tirar demasiado de asesinatos que en realidad son pesadillas del protagonista, algo que se vuelve previsible y repetitivo.
La mala experiencia de estas dos películas pone a De Palma a trabajar seriamente. No ya sólo a pulir su ya de por si perfecta potencia visual, sino a ahondar en la historia y el guión. Muestra de ello son sus dos siguientes películas: el retorno al mundo del hampa en'Atrapado por su pasado' y la mezcla de modernismo y clasicismo de la espectacular 'Mission: Impossible'.