Este padecimiento afecta a niñas y niños, y es un tipo de autismo que propicia la incapacidad de sentir y manifestar emociones, presenta síntomas como evitar contacto visual, deseo de soledad, hablar con voz extraña, falta de entendimiento del lenguaje corporal de las personas, por lo que no pueden interactuar y carecen de relaciones sociales.
En el último año, el Hospital Psiquiátrico “Granja La Salud” realizó 6 mil 720 sesiones en las áreas lenguaje, estimulación multisensorial, psicomotricidad y terapias de socialización, en las cuales se incluyen a los padres de familia para mejorar los tratamientos, en beneficio de 112 pacientes.
Por su parte, el CEREE realizó 640 consultas terapéuticas en las áreas de mecanoterapia, terapia ocupacional, psicología y en la Cámara de Estimulación Multi Sensorial (CEMS) única en el sistema de salud estatal, la cual reúne herramientas que permite a los pacientes percibir estímulos visuales, auditivos, táctiles y psicomotrices, atenciones que se centraron en ocho pacientes.
Finalmente los dos Centros Integrales de Salud Mental (CISAME), Chimalhuacán e Ixtapaluca, brindaron 140 y 68 atenciones respectivamente a 51 pacientes.
El seguimiento a esta enfermedad comprende la evaluación diagnóstica, tratamiento, rehabilitación con apoyo de especialistas en el que participan trabajadores sociales, enfermeras, psiquiatras y psicólogos, así como supervisión permanente de la conducta de los pacientes.
En México este padecimiento se presenta en 0.3 niños por cada 10 mil habitantes y tiene un predominio en menores de sexo masculino.