Broadchurch: un pueblo de mentirosos

Publicado el 01 marzo 2015 por Breakingmen
No es fácil ni justo hacer una crítica en caliente. Yo lo voy a hacer de la 2º temporada de Broadchurch, porque es una serie a la que se dio bastante bombo el año pasado, entrando en todas las listas de mejores miniseries de 2013.
El tono general de la serie es realmente excelente, sobre todo entre los que disfrutamos de la 1º temporada. Es evidente y normal que pierdan en profundidad las historias de los personajes principales. Ya les conocemos de sobra.  Pero ha ganado en calidad sin perder el espíritu intrigante y de emoción. Tiene a su favor que elimina la maraña de personajes que aparecían y que a veces podían llegar a confundir al espectador, algo muy útil para crear la idea de que todos podían ser culpables de la muerte del joven Latinner. En esta por el contrario, le dan vueltas a un nuevo y antiguo caso  orbitando alrededor de un pequeño número de personajes entre los que se sabe que está el culpable.
Antes de seguir debo reiterar mi animadversión por David Tennant. Es un actor que no funcionó para nada en el remake americano. Posiblemente porque su fuerte acento no es tan expresivo como en la versión británica. O tal vez porque no es tan buen actor como Yo (y media Gran Bretaña) pensaba. En esta segunda temporada está más histriónico  y exagerado en sus gestos de sorpresa y enfado, y apenas quedan rasgos del personaje de la 1º temporada: un tipo atormentado, imbuido en el trabajo sin ningún rasgo de humanidad. En esta es un sujeto visceral, impulsivo y sentimental que asiste casi como espectador a todo lo que ocurre a su alrededor.

La nueva temporada reabre el caso (¿cerrado?) en el anterior al celebrarse el juicio por el confeso culpable, que abarca los primeros 7 capítulos y además, profundiza en el caso que hizo huir al personaje de Tennant hasta Broadchurch, un caso de asesinato doble. Relacionados con este otro caso, que corre paralelo al juicio, aparecen los personajes más sabrosos de la temporada: Una fantástica Eve Myles en el papel de la esposa de Lee Ashworth interpretado por James D'Arcy, un más que solvente actor bastante conocido por TV films en UK y que demuestra mucho talento, sobre todo en los espacios que comparte con Tennant, que parece un títere a su lado. Eve Myles, por su parte, tiene un papel enigmático y estelar, ocultando lo que sabe y piensa hasta que es demasiado tarde.
En un pueblo donde la mentira, la traición y los dobles sentidos son una regla no escrita, buscar la verdad es un caso casi imposible. El juicio y  la realidad, van devolviendo a los personajes a la casilla de salida, para exponerlos a la tragedia de su propia existencia.

Aunque me habría cortado los dedos antes de escribir algo como lo que voy a escribir, la presencia de Charlotte Rampling no ayuda en nada al desarrollo de la serie, igual que ocurrió en la última temporada de Dexter. Imagino que los productores pensaron en ella para darle un espaldarazo definitivo a la serie, dotándole de un nombre reconocido e impactante que elevara el caché. “Unfortunally”, hace todo lo contrario y construye un personaje que aporta poco y dice menos.
El capitulo final es realmente estupendo, cerrando los dos casos (¿o no? –en broadchurch nunca se sabe-). Tal vez me gustó porque venía intuyendo un final diferente que hubiera abierto la puerta a un nuevo asesinato y un nuevo caso en la temporada próxima, ya confirmada para finales de 2015. Sin embargo la resolución es práctica y certera, aplicando el nivel tolerable de drama e intriga y alentando al espectador a esperar una tercera temporada en este pueblo repleto de mentirosos.