Los estrenos van a tal velocidad y la duración de los mismos en Sala es tan escasa que esta película a un mes vista de su estreno a finales de febrero parece ya una antigualla. Es por ello que me he pensado mucho si hacer o no una entrada sobre la misma. Al final me ha podido la emoción que sentí durante su visionado y que -siempre con humildad, ¡eh!- si logro transmitírsela a alguien que no la haya visto y provocarle el deseo de hacerlo, me daré por más que satisfecho.
Sinopsis
La historia es humana por demás. Una joven irlandesa, Eilis Lacey (Saoirse Ronan) empujada por su única hermana, Rose (Fiona Glascott), decide en los años 50 del pasado siglo emigrar a USA. Marchará a New York y se instalará en Brooklyn donde ya existe una amplia comunidad irlandesa organizada en su gran mayoría en torno a la iglesia católica. El Padre Flood (Jim Broadbent), un sacerdote irlandés de Nueva York, le proporciona alojamiento en una casa de huéspedes donde viven otras emigrantes irlandesas con las que en seguida entabla amistad, y le da trabajo como empleada en unos grandes almacenes; además, Eilis, por las noches, asistirá a clases de contabilidad.
La nostalgia de su pequeña localidad de origen y de su familia, su madre viuda Mary (Jane Brennan) y su hermana Rose, se le pasará cuando en el baile del Círculo de Inmigrantes Irlandeses conozca a Tony Fiorello (Emory Cohen) un chico italiano de familia humilde del que se enamorará. A partir de este momento comienza a sentirse a gusto en New York, pero por un gravísimo problema familiar deberá volver a su pueblo irlandés de origen. Al volver se verá inmersa en su antigua y añorada existencia y deberá de elegir entre ésta y su nueva e independiente vida en Brooklyn.
Comentario
Podría resumir mi comentario en una sola palabra,"Emoción", y en los positivos sentimientos generados en mi interior por ella. No recordaba ninguna película durante la que en tantos momentos la emoción me hubiese embargado. Creo que estoy envejeciendo a gran velocidad pues durante la proyección fueron múltiples los instantes en que mis ojos se pusieron vidriosos. Siendo lo anterior seguramente verdad, creo que gran parte del mérito de esta transmisión de emoción recae en la magnífica actuación de los actores, en especial de Saoirse Ronan, cuyo dulcísimo rostro comunica a la perfección el estado de desvalimiento en que cualquiera puede encontrase cuando está lejos de quienes hasta un momento antes le arropaban con su cariño; y de igual modo cuando conoce a Tony vemos cómo Eilis cambia radicalmente y ya no es esa débil criatura que añora a mamá sino una nujer enamorada que comienza a vislumbrar una nueva vida de la que ella puede ser protagonista principal. Y lo mejor de todo está en que su magnífico actuar nos hará dudar hasta el final sobre qué elegirá: Irlanda o Brooklyn.
A su alrededor unos magníficos actores que encarnan a unos personajes muy convincentes: los que viven en Brooklyn (el Padre Flood, Tony Fiorello y su simpática familia italiana, las compañeras de pensión...) y los que reencuentra en su pueblo irlandés, en especial su pretendiente Jim Farrell (Domhnall Gleeson).
Nada de lo anterior sería suficiente si no se apoyase en la magnífica historia escrita por Colm Tóibin y también -esto es muy importante- en el magnífico guión que Nick Hornby realiza a partir del texto de la novela. Creo que el mérito de la ternura, verismo y emoción que transcienden del film recae en Hornby quien por esta película fue nominado al Oscar por mejor guión adaptado, y que ya venía siendo guionista de éxito (nominado en 2009 al Oscar por mejor guión original de la película "Una educación" dirigida por Lone Scherfig). Por lo demás la historia de esta emigrante irlandesa la monta su director, John Crowley, de una manera tradicional: estructura lineal, sin saltos temporales ni acciones coincidentes; quizás sea por esto por lo que la crítica especializada la despacha con una nota de 3'5 sobre 5. Yo, en el fondo, pienso que Crowley presenta de manera tradicional, -¡pero bellísima!- , una historia, de amor y decisión personal, también muy tradicional, pero no por ello menos hermosa. ¿Puede haber mejor adecuación contenido - continente si ambos alcanzan el nivel adecuado de perfección? Creo que no, desde luego, aunque también es cierto que cinematográficamente no se puede decir que "Brooklyn" rompa ningún molde.
De Colm Toibin [¡¡perdón, perdón, perdón!!] no he leído nada aún, pero me prometo a mí mismo y me comprometo públicamente a que leeré algo suyo, y no tarde. La historia que presenta aquí es, diría yo, muy irlandesa. Y digo esto porque en novelas y películas escritas por irlandeses o que cuentan historias protagonizadas por ellos aparece un modo de estar que en "Brooklyn" he querido reconocer. Consiste este "irish way" en ser ellos mismos pese a estar lejos o pasar por dificultades, y también en no arredrarse ante las dificultades y ser unos echados p'alante capaces de vencer los problemas que se les vengan encima. pero sobre todo, sobre todo, por mostrar unos sinceros sentimientos de amor, de amistad y bonhomía -¡y esto es algo que en "Brooklyn" se ve a la perfección!- que cualquiera que visite este verde país podrá experimentar en cuanto entre en un pub y pida una pinta de cerveza; rápidamente comprobará cómo educadamente algunos parroquianos se interesan por él y entablan amena conversación; esto que, creo, no es fácil de transmitir, Tóibín lo logra.
"Brooklyn", la novela en que se basa el film, apareció en 2009. Es una obra, por lo que podido apreciar en la adaptación cinematográfica, que explora temas comunes en el novelista: descripción de la sociedad irlandesa, vivir en el extranjero, y la preservación de la identidad personal frente a la pérdida. Estos tres aspectos de su literatura son los que se muestran en esta conmovedora película.
Si aún la ponen en alguna sala -acabo de consultar la cartelera y veo que sí, que aún hay cines donde la proyectan- os recomiendo verla. Creo que es una buena apuesta para este próximo fin de semana. ¡Ya me contaréis!