De chica nunca fui muy fanática del pescado y el recuerdo más vivo que tengo es que, en general, venían con espinas, y eso me sacaba todas las ganas de comerlo. Ahora por suerte las pescaderías ya tienen casi todas las opciones sin espinas y en algunos casos hasta yo me animo a despinarlos. Hace unos años por suerte mis gustos se fueron ampliando y aprendí a disfrutar de un rico pescado, de hecho, ¡me encanta! En nuestra casa no sólo incorporamos la merluza, que es el pescado más clásico por estas latitudes, sino también el salmón, la trucha, los mariscos, el atún y en este caso la brótola.Este pescado es bien carnoso, saboroso y de carne firme lo que lo vuelve versátil a distintas formas de preparación, como horno, vapor o plancha. Su precio es accesible así que tiene todas las de ganar. En esta oportunidad los invito a prepararlo de una forma bien completa y sencilla, con el agregado de la quinoa y unas ricas verduras, para darle todavía más sabor. ¡Sólo es cuestión de animarse!