Brownie con queso y fresas

Por Biscayenne
De los creadores de la megagalleta, y los guionistas de la megamagdalena, llega hoy a vuestras pantallas #eldiadelbrownie.
El 11 del 11 del 11 no ha sido el fin del mundo, ni se ha roto el espacio-tiempo, pero un montón de gente golosa ha dedicado un rato a hornear un brownie y a darse un gustazo. La célula calórico-terrorista ha estado encabezada por El monstruo de las galletas, David MonaguilloLa receta de la felicidad y Anita Cocinitas, y durante todo el día el chocolate jugoso y engordante ha dominado Twitter.

A duras penas llego yo también a celebrar el día del brownie, como mucho de postre para la cena...


Se trata de un brownie normal, con una parte de tarta de queso, fresas y salsa de fresas al vinagre balsámico. Qué glamouroso suena, no? La verdad es que el otro día en el súper vi una caja de fresas, pensé "uf, fresas en noviembre, no sabrán a nada...". Pero hete aquí que los olisqueé, y olían de maravilla, como tienen que oler las buenas fresas, y me entró el capricho.

Los gurús de los menús de temporada estarán negando con la cabeza, pero ¿y el gustazo que da comer fresas frescas en otoño? Total, que se vinieron a casa conmigo y se han convertido en el ingrediente estrella de mi día del brownie.
Brownie con queso y fresas
Dificultad, así de primeras:
para cocineros nulosProbables complicaciones:poner el papel en la fuente del horno sin que se formen arrugas. Presentación:chimpún. Sabor: a chocolate jugoso, pegajoso, y con tropezones de tarta de fresa

INGREDIENTES

110 gr. de chocolate fondant negro

80 gr. de mantequilla con sal (si la usas sin sal, echar una pizca en la masa)
145 gr. de azúcar
1 cucharada de esencia o pasta de vainilla
2 huevos
40 gr. de harina de repostería
7 gr. de cacao puro en polvo
140 gr. de queso
25 gr. de azúcar
1 yema
fresas lavadas y secas (también he usado salsa de fresas al vinagre balsámico, pero podéis obviarla o usar mermelada de fresa)

PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 180 grados y cubrir un molde o fuente cuadrada (la mía es de 20 x 20 cm) con papel de horno.
Derretir en un bol grande el chocolate junto con la mantequilla (microondas o baño maría). Cuando esté bien homogénea la mezcla, echar el azúcar y un poco de sal en caso de no haber utilizado mantequilla salada. Batir bien durante un par de minutos y agregar la vainilla y los huevos.

Tamizar aparte la harina y el cacao para que no tengan grumos, y añadirlos a la masa de chocolate, batiendo todo junto.
Echar el contenido del recipiente en el molde, reservando media taza.
Para la crema de queso, batiremos 140 gr. de queso cremoso (o sea, Philadelphia) o mascarpone junto con el azúcar y la yema. Este líquido hay que echarlo sobre la base de brownie con cuidado y desde una altura baja, para que no salpique y desplace el chocolate: movemos con cuidado el molde para que el queso tape todo el fondo.
Ahora, lo más artístico. La media taza que habíamos guardado de masa browniezada la vamos echando a churretones con una cuchara sobre el queso, para después, con la punta de un cuchillo, mezclar los dos colores creando un Pollock comestible. Importante: no llegar con la punta hasta el fondo!!!!

Yo en este momento he echado también hilillos de salsa de fresa y he puesto unas cuantas fresas sin empujar demasiado.
Al horno con él, media hora a 180 grados (calor normal arriba y abajo) y 10 minutos más a 150, porque lo veía aún haciendo chup-chup. Dependiendo del horno que tengáis y su potencia, tendréis que mirar bien el brownie a partir de los primeros 25 minutos y ajustar la temperatura y el tiempo.
Cuando la parte superior de los trozos oscuros esté firme y agrietada, es hora de sacarlo. Ahora sólo queda levantar con cuidado el brownie tirando del papel, y dejarlo enfriar sobre una rejilla.

No digo nada más. Yo ya me he comido dos trozos de una sentada...