Bruce Bégout: el horror es un parque de atracciones

Publicado el 14 agosto 2017 por Veronicanieto
Bruce Bégout, Le ParK (2010), traducción de Rubén Martín Giráldez, Barcelona, Siberia (2014)
http://www.editorialsiberia.com/lepark.html
Parque de atracciones del espanto, Le ParK es un folleto informativo, una entrada de enciclopedia (a lo Borges), un texto periodístico, un prospecto de medicamento, tal vez una crónica de un lugar del que huir como de la peste o los campos de exterminio o de la más abominable celda de tortura. 
"¿Es un laboratorio al aire libre donde se ponen a prueba, a la vista de todos, las futuras prácticas de control social?"
Bégout utiliza un lenguaje frío como lo que describe: Le ParK está situado en una isla (a lo Bioy) a la que acuden algunos turistas que disfrutan del horror. Conocemos algunos casos (los pocos momentos verdaderamente narrativos del libro), como la historia de Leer, un hombre que llegó por una entrevista de trabajo y a quien le suceden cosas muy similares a las que se producen en Solaris; la historia de Lev, un hombre encerrado allí voluntariamente como prisionero, pues no sabe ni soporta vivir en lo Abierto, o la historia de Lady W., una señora a quien le atrae lo prohibido y el dolor, sobre todo el de los demás.
"Nunca un lugar ha dado la sensación de estar tan conectado con las emociones más sombrías del alma humana, como marchando al unísono."
Construido por un arquitecto llamado Licht con el dinero de un magnate ruso de nombre Kalt, este espeluznante parque de atracciones responde a una teoría bien particular: la neuroarquitectura, cuyas directrices conocemos porque podemos leer algunos fragmentos del libro Introducción a la neuroarquitectura, cuyo autor es el propio Licht. Tal vez sea la parte más interesante de todo el libro:

No sin humor del más negro, Le ParK describe toda la violencia de la que es capaz el hombre, toda la impunidad a la que nos enfrentamos como sujetos de un experimento social encaminado a construir robots a quienes ya no afectan no solo las reminiscencias del horror del pasado (Auschwitz, gulag, Guantánamo, etcétera), sino todo aquello producto de la imaginación que trabaja a favor de lo Oscuro y que, lamentablemente, está sucediendo en el mundo real.