Si no es un honor lo suficientemente grande el estar donde me encuentro, junto a una gente maravillosa que me hospeda como si fuese uno más de la familia, tienen la amabilidad de sacrificar uno de sus días para mostrarnos la cascada secreta de su familia. Una cascada con un lago ancestral al que sólo puede ir esta parte de la tribu.
Suena de broma, y cuando a mi me decían secreta me reía entre los dientes pensando que me tomaban el pelo. Pero tras una hora en coche hacia el interior de Brunei te deja a las puertas de la selva. De esa selva extremadamente frondosa por la que es literalmente posible avanzar si no es gracias a los dos líderes que machete en mano van abriendo camino.
Exacto tal y como lo imagináis, no hay camino, ni un pequeño camino marcado, hay que cruzar ríos, barrizales, y frondosa selva por lo que los machetazos cumplen una doble función, por un lado nos abren camino, evitando que ni ramas ni zarzas nos corten, pero incluso cuando no es necesario siguen cortando las ramas de los lados, aunque sean pequeñas hierbas.
Extrañado pregunté el por qué de no dejar de dar machetazos y me explicaron que como Jansel y Grettel dejando trocitos de pan para saber el camino de vuelta, ellos tienen que dejar marcas en las plantas por la misma razón, porque no es un camino de 10 minutos, que va, más de hora y media selva a través.
Pero como siempre, cada esfuerzo tiene su recompensa, y esta vez no iba a ser menos, y la recompensa fue grande, inmensa.
Una laguna, rodeada por árboles centenarios que se levantan hasta alturas absurdas. Por un lado una pequeña cascada por la cual uno puede saltar a la laguna, y posicionarse bajo ella para disfrutar de un buen masaje proporcionado par la caída del agua.
Como no, me puse a bucear para ver la profundidad de la laguna y no jugarme el cuello con cabrioladas varias….
Uno de los árboles con una liana que con la ayuda de un machete se libera y nos hace de atracción (no poco peligrosa). Casi me mato la segunda vez tras el éxito de la primera…
Me gustaría poder deciros como llegar aquí pero como no busquéis el rastro de los machetes, que la selva ya habrá remplazado por nuevas plantas, no habrá manera.