Bruselas es una ciudad pequeña que se presta a ser visitada en dos días, o mejor aún en un fin de semana. En las siguientes líneas os propongo un itinerario para que rentabilicéis al máximo vuestra visita a esta ciudad que os sorprenderá gratamente, especialmente si tenéis la suerte de que el tiempo os acompañe.
La mayor parte de los principales atractivos turísticos de Bruselas se encuentran en su centro histórico, lo que permite visitar la ciudad a pie con la excepción de alguna visita como el Atomium que se encuentra algo más alejado.
Día 1 en Bruselas
El mejor punto para iniciar la visita a Bruselas es como no, la Grand Place, que con sus edificios gremiales y su espectacular ayuntamiento la convierten en una de las plazas más bonitas de Europa. La Grand Place es el corazón del casco antiguo de Bruselas cuyas calles dan buena cuenta de su origen medieval. En sus alrededores hay que visitar el Manneken Pis, una pequeña estatua que simboliza a un niño haciendo pis y que es uno de los símbolos de Bruselas, la Bourse, edificio de estilo neoclásico que es la sede de la Bolsa de Bruselas, las Galerías St Hubert, galerías muy elegantes de estilo modernistas cubiertas por un techo acristalado, y la Catedral de Bruselas.
Tras visitar la Catedral es el momento de dirigirse hacia el barrio europeo y el Palacio del Cincuentenario. Para ello hay que coger el metro en la estación de tren Gare Central, situada a escasos pasos de la Catedral de Bruselas, y bajarse en la estación Maalbek. Para no perderse conviene salir por la Rue de la Loi. A escasos 5 minutos caminando está el imponente edificio acristalado del Parlamento Europeo. Cerca está la plaza Schuman, donde están las sedes de los otras dos instituciones europeas, la Comisión y el Consejo una enfrente de la otra.
Desde Schuman se divisa el Parque del Cincuentenario con su imponente arco del triunfo. En el recinto del parque del Cincuentenario hay varios museos interesantes como el Autoworld, de coches antiguos, o el museo de historia militar. En la otra punta del parque está la parada de metro Merode. De allí a la parada Parc.
Esta parada te deja en el Parque Real, situado en la parte alta de la ciudad y a diez minutos caminando de la Grand Place. A un lado de este bonito parque esta el Parlamento Federal de Bélgica y al otro el Palacio Real. El Palacio Real de Bruselas es la sede de la monarquía belga aunque la familia real vive en el Palacio de Laeken en las afueras de la ciudad.
Caminando por la Rue Royal y antes de llegar al Palacio Real de Bruselas está la Iglesia Notre Dame du Sablon, una de las más bonitas de Bruselas, y los pequeños Jardines del Conde Egmont.
A escasos pasos se erige el Palacio de Justicia, uno de los edificios más grandes de Europa. Entre semana se puede entrar en el edificio. Desde la plaza Polaert, donde está ubicado, pueden admirarse una de las mejores vistas panorámicas de Bruselas.
Despúes de todo este recorrido ya es buena hora para volver al hotel, ducha, y salir a cenar. Bruselas ofrece una espectacular oferta gastronómica en relación a su tamaño. Una buena idea para salir a cenar puede ser hacerlo en la zona de la Grand Place. Hay restaurantes para todos los gustos y todos los presupuestos. Además, vale la pena ver la Grand Place iluminada de noche. Después de cenar es el momento de ir a tomar una copa en la Place St. Gery u optar por cualquier otra posibilidad que ofrece la vida nocturna de Bruselas.
Día 2 en Bruselas
Después de esta visita todavía quedan otras muchas cosas que visitar en Bruselas como la Basílica del Sagrado Corazón, la sexta iglesia más grande del mundo, alguno de sus museos, o perderse por alguno de sus barrios como St. Gilles, Etterbeek, o Schaerbeek y disfrutar del rico patrimonio arquitectónico de Bruselas de estilos clásicos como el renacentista, el gótico o el barroco, y sobretodo del "Art Nouveau", del que esta ciudad es referente a nivel mundial.
¿Tienes más días en Bruselas?
Si dispones de más días te recomiendo visitar ciudades cercanas a Bruselas como Brujas, Gante, Amberes, Namur o Dinant.