Si caminás pasan cosas. Es una de las frase que más nos gusta decir, porque la sentimos cada día más cierta, tanto si estás de viaje como si no lo estás. Al caminar uno suele estar más atento a lo que lo rodea, tiene la posibilidad de ir más lento, de percibir algún detalle, de hablar con las personas, de mirar hacia arriba y hacia los costados, de decidir cambiar de rumbo y doblar en la esquina. Pero claro que, como siempre decimos, con caminar solo no alcanza. Está en cada uno ir atento y con los sentidos bien despiertos para que esas cosas sucedan. Así iba yo caminando por Bruselas, desde la casa de nuestro amigo Arkadius hasta el centro, cuando vi un hermoso mural.
Dentro de mi “fanatismo” por todo lo urbano, el arte callejero ocupa un lugar privilegiado. Simplemente, me encanta. Siento que es una manera de sociabilizar el arte, de hacerlo accesible a todos, y de alegrar las ciudades (y la vista).
–”Es de la ruta del comic”, me dijo Arkadius como si su existencia fuera obvia.
–”Está buenísimo, pero ¿qué es la ruta del comic? ¿Es como el Paseo de la historieta en Buenos Aires?”, le respondí.
–”Es un circuito de paseo por la ciudad en el que podés ver un montón de murales sobre los personajes del comic. No te olvides que Bruselas es la capital del comic”, me dice orgulloso como si hubiera nacido acá, pero él es polaco y está casado con una española. “Se hicieron desde 1991 cuando empezaron a refaccionar varias paredes que estaban en muy mal estado. Las refaccionaron con onda”, remata en su perfecto español y yo me río.
Ric Hochet.
Broussaille.
Víctor Sackville.
Ese día seguimos caminando hacia el centro, pero me quedó la idea de la ruta en la cabeza. Sabía que Bruselas es considerada la cuna del comic, pero no sabía que me iba a encontrar con tanto comic dando vuelta en la ciudad. Por eso, lo primero que hice apenas encontré un centro de información turística fue preguntar sobre esa ruta. Me parecía una manera original y diferente de conocer la ciudad: seguir la ruta del comic.
En estas tierras dieron sus primeros pasos Los Pitufos, Marc Sleen, Lucky Luke y Tintín, entre muchísimos otros que, para mí, eran desconocidos hasta este viaje.
En la oficina de turismo, por un euro, compré un mapa con los circuitos. Pensé que solo estaba ese mapa, pero hace poco, el couch que nos alojó en Zagreb, Croacia, me regaló el mapa para los circuitos de Tintín. Es que el personaje de Georges Remi (o Hergés) es uno de los más famosos y acapara toda la atención de los visitantes. Si sos fanático de Las Aventuras de Tintín no podés dejar de venir a Bruselas. No solo su mural está ubicado en una de las calles más concurridas de la ciudad (la que une la Grand Place o plaza principal con el Manneken pis, la estatua del nene que hace pis), sino que también hay dos tiendas dedicadas casi exclusivamente a sus aventuras, hay un mural en la estación del metro Gare du Midi, una estatua en el Centro Cultural Uccle y, para los más fanáticos, una ruta por la que pueden reconocer edificios y parques en los que Hergué se inspiró para situar a su personaje.
Mapas que se consiguen en la oficina de turismo. También hay uno de Marc Sleen.
Cuando abrí el mapa me conquistó a primera a vista. Los que me leen hace un tiempo saben del cariño especial que le tengo a los mapas y este tipo de mapas no sería la excepción. Me gustó cómo estaba armado. Los circuitos bien marcados, los números con sus referencias, los dibujos indicativos y un mínimo de información de cada mural. Impecable.
Circuitos
Existen tres circuitos. El primero es el más extenso y el principal, en el que se pueden ver 26 murales , además de cuatro museos relacionados con los comics. Si hacen este recorrido, pueden conocer algunos de los lugares turísticos más emblemáticos de Bruselas: la Grand Place (con el ayuntamiento, la casa del rey y las casas de los gremios como la de los panaderos o sastres); el casco histórico peatonal; la Catedral; el Manneken Pis y Jeanneke Pis (el nene y la nena que mean); las Galerías Saint-Hubert, varios palacios y, desviándose solo unas cuadras del circuito podrán disfrutar del Palacio Real y del Parque Bruselas. Un hermoso lugar para descansar.
Mural de Tintín.
Además de murales, hay estatuas de algunos personajes, como Gaston Lagaffe.
El segundo circuito, Sablón-Marolles, incluye la zona del Palacio de Justicia, que fue considerado durante mucho tiempo uno de los edificios más grandes del mundo. En este circuito hay murales de Blondin & Cirage, Jojo, Quick & Flupe, The Cat y muchos otros. ¿Los conocían? La verdad es que yo no y fue una grata sorpresa saber de su existencia. Además, hay dos galerías que suelen presentar trabajos de varios artistas, conocidos en el mundo del comic y no tanto, y acá se encuentra la estación Midi con el mural de Tintín.
El tercer circuito, Laeken-Heysel, es el más alejado del centro e incluye el edificio conocido como Atomium, que se construyó para la Expo de 1958, y uno de los parques con lagos más grande de la capital belga. En este circuito encontrarán murales de Debbie, Titeuf, Natasha y Gil Jourdan, entre otros.
Este no es un mural del comic, pero también hay mucho grafiti en la ciudad para disfrutar.
Museos, galerías y algo más
Pero los amantes de los comics tienen muchos más lugares donde ir a deslumbrarse, recordar, gastar dinero o tomarse fotografías.
Uno de los que nosotros pudimos visitar (con Tahiel no es tan fácil todavía dedicarle mucho tiempo a los museos y a las galerías) es el Centro Belga del Cómic. Es un museo donde pueden encontrar parte de la historia del cómic, sus técnicas, sus principales figuras y géneros. El museo se encuentra en un hermoso edificio modernista, con un bar y una tienda de libros y objetos varios en la planta baja. Allí se respira dibujos, historietas, imaginación e infancia.
Frente a este edificio se encuentra el Museo Marc Sleen, que también vale la pena darle una mirada.
También se puede visitar El Museo de las Figuras Originales (MOOF); la Comic Strip House; The Cartoonits (dedicado a los viñetistas); la Galería Champaka y el Museo Hergué, en Lovaina la Nueva, a 40 km de la ciudad.
Además, está la Aldea del Comic, un edificio dedicado al llamado noveno arte, con restaurantes, bares, librerías, galerías y una gran estatua de Tintín en la entrada.
Si todavía tienen más ganas (sobre todo de comprar) hay dos tiendas dedicadas a dos de los principales personajes de la ciudad: La Boutique de Tintín y el Salón de los Pitufos.
Si tienen la posibilidad de elegir una fecha para visitar la capital belga (y son amantes de este arte) traten de visitarla a principios de septiembre. Desde 2009, todos los años, se celebra la GRAN fiesta del comic. No falta nada. Desde talleres y actividades para todas las edades, hasta exposiciones, nuevos murales, venta de ejemplares inéditos y globos gigantes.
Pueden buscar info del festival acá.
Y para terminar, si todavía te quedaste con ganas, podés buscar por toda la ciudad el símbolo que aparece en la foto y descubrir qué tiene ese lugar para mostrarte con respecto al comic. Si hay una ciudad para el comic, esas ciudad sin dudas es Bruselas.
Nos prometimos volver con Tahiel cuando sea más grande y ya haya leído algunas de Las Aventuras de Tintín o del comic que él elija, para recorrer con más tiempo los museos y galerías. Creemos que es una hermosa experiencia para compartir con la familia o con amigos que disfruten de la misma pasión.
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Si quieren más información sobre el circuito del cómic y encontrar la dirección exacta de cada mural pueden visitar VisitBrussels. Bruselas fue la primera ciudad a la que llegamos en tren gracias al Global Pass de RailEurope. Europa es ideal para recorrerla en tren.