Brutal – Crítica de “1917” (2019)

Publicado el 16 enero 2020 por Manuzapata @vivazapatanet

La grúa retrocede lentamente en un apacible campo florido para mostrar a dos soldados tumbados al pie de un árbol. Una bota golpea a uno de ellos. Blake, elija a un hombre y traiga el equipamiento. Sí, sargento, contesta. Despierta a Scofield, el cabo que dormita apoyado en el tronco, se levantan y cruzan el campamento y las trincheras hasta comparecer ante el alto mando. Su tarea no va a resultar tan trivial como podían presuponer. Deberán cruzar tierra de nadie durante quince kilómetros para avisar al general Mackenzie de que debe anular el ataque previsto porque los alemanes les han tendido una trampa. La cámara, que ha llegado pegada a su espalda, no va a dejar de acompañarles en los cien minutos restantes.

La Primera Guerra Mundial, en los inicios del sonoro, tuvo el rostro de un Gary Cooper que protagonizó el Adiós a las armas de Hemingway y se convirtió en el Sargento York. Ya en el siglo XXI Spielberg volvió a acercarse a la contienda con la irregular Caballo de batalla, aunque ha sido el cine francés quien más tiempo le ha dedicado, Largo domingo de noviazgo o la estupenda Nos vemos allá arriba son dos buenos ejemplos. Pero el discurso más contundente, reflexivo, maduro y vigente en cada palabra de su excelso guion, sobre este y cualquier conflicto bélico, pertenece a Senderos de gloria, con la que Kubrick realizó la mejor aportación al género.

1917 nos brinda otra oportunidad de acercarnos a la perfección partiendo, esta vez, desde la excelencia técnica que la emparenta al reto que planteó en los atosigantes 4:3 en los que encerraba a sus personajes El hijo de Saúl: narrar sus casi dos horas de duración en un único plano secuencia salvado mediante algún que otro trucaje digital y tan solo un fundido a negro. La minuciosidad con la que Sam Mendes ha pergeñado la puesta en escena solo es comparable a la espectacular virguería visual que nos brinda Roger Deakins, que se multiplica al frente del departamento de fotografía ejerciendo, además, como operador de cámara. Un trabajo de orfebrería que juega con el montaje sin cortes y el aspecto visual de la cinta (el perfecto contraste, los colores y la iluminación en los pasajes nocturnos) que le va a reportar su segundo Óscar.

La presencia de un sonido impactante en todo momento, tanto en el tenue viento sibilante como en el estruendo de un avión que nos sobrevuela, añade sutileza y poderío. Una potencia que enriquece un guion sólido que no deja de regalarnos emocionantes momentos, desde el minimalismo de unas fotos a la espectacularidad de una carrera a contradirección en mitad del campo de batalla al son de la epatante partitura de Thomas Newman, que está pidiendo a gritos (lo logrará) su primer premio de la Academia tras 14 nominaciones. Las brillantes interpretaciones de George McKay y Dean-Charles Chapman redondean la brutalidad de un filme impagable que, como toda obra maestra, cierra el círculo con el mismo encuadre con el que abría la narración.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  © Amblin Partners, Dreamworks, Neal Street Productions, New Republic Pictures. Cortesía de Entertainment One Spain. Reservados todos los derechos.

1917

Dirección: Sam Mendes

Guion: Sam Mendes y Krysty Wilson-Cairns

Intérpretes: George MacKay, Dean-Charles Chapman, Colin Firth

Fotografía: Roger Deakins

Música: Thomas Newman

Montaje: Lee Smith

Duración: 119 min.

Estados Unidos, 2019